Es casi una ironía que nadie lo haya hecho antes. Creada hace dos años, la Dirección de Análisis Criminal y Planificación, o DAC, a cargo del fiscal Diego García Yomha y parte del Ministerio Público Fiscal, recopila información de causas a lo largo de la Justicia penal porteña para establecer estadísticas y patrones. La idea es establecer políticas y estrategias para combatir el delito, en una interacción con los actores privados y los organismos de seguridad.
García Yomha apunta a Infobae: "Se trata de tener una visión estratégica de la conflictividad, analizar y estudiar fenómenos. El sistema judicial procesa cada caso sin una mirada macro. Acá, se trata de ponerle trabas a la criminalidad y poner al delito como política pública". Tras años de escasez de números públicos sobre delincuencia, algo que fue un defecto de la era Berni a cargo del Ministerio de Seguridad, lo que plantea la DAC es por lo menos un cambio.
García Yomha tiene razón, en cierto punto, cuando habla de una falta de visión macro sobre el delito en la Justicia. Las comisarías toman cada hecho como una cuestión individualizada. El sistema de turnos de fiscalías y juzgados lleva a rotaciones cada quince días. En las fiscalías, entonces, está la clave: el software N2 del MPF, implementado desde comienzos de 2015, hace posible la carga de información, que permite crear gráficos y mapas de calor para ver la intensidad de expedientes, más una interacción con Google Street View. "Se pueden ver picos de modalidades, zonas puntuales y su evolución", apunta el fiscal.
Por ejemplo, la Dirección de Análisis Criminal y Planificación trazó los recientes cambios en la piratería del asfalto, presentados en la última Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones, donde participó García Yomha. El fiscal estableció un aumento de hechos: contó 435 hechos en 2013 y 411 en 2014. En 2015, la piratería repuntó con 458. Villa Soldati, de acuerdo con sus cálculos, se había convertido en el nuevo foco gracias a sus depósitos, cuando Pompeya, gracias a su cantidad de expresos, solía ser el principal territorio.
Sus números no incluyen todas las causas que ocurren en la Ciudad. La DAC solo trabaja con expedientes NN, que son los que no tienen un autor sindicado, pero los expedientes NN forman del 60 al 65 por ciento del volumen de la Justicia penal, un número suficiente para establecer tendencias. Bajo este sistema, crear un mapa del delito actualizado se vuelve más sencillo. Por ejemplo, lo que ocurre con respecto a robos en la ciudad de Buenos Aires y cuáles son los barrios más conflictivos.
El robo en la vía pública con autores no identificados, como término delictivo, es un gran universo: comprende arrebatos de carteras, mochilas o celulares, ataques con o sin armas y ataques de punguistas. Tuvo picos y valles durante 2015, de acuerdo a los números de la DAC con respecto a causas NN.
En las fiscalías de la Ciudad, hubo 4446 casos en enero del año pasado, 4241 en febrero. El pico anual fue en marzo, tras la vuelta de las vacaciones de verano, con 4689. De allí, comenzó a bajar: 3870 en septiembre, para repuntar con 4440 casos al mes siguiente. El año cerró con 4001 robos en diciembre. De toda esta lista, un promedio de 750 expedientes mensuales corresponden a celulares, más de 20 mil entre 2014 y 2015, un dato publicado por La Nación.
Domingo es el día con más ataques; de 18 a 20 horas es la franja horaria preferida por los delincuentes, el horario de salida laboral. El número final lleva a torcer un poco los labios de asombro: hubo, en toda la Capital durante todo el año pasado, al menos 51.137 robos.
En cuanto a los barrios más calientes, Balvanera lidera el ranking: superó los 4700 ataques el año pasado. Le sigue Flores, con más de 4000. San Nicolás y Palermo superaron la franja de los 3400. En cambio, zonas como La Boca y Barracas muestran en la modalidad de robo callejero índices sorprendentemente bajos, sin superar los 1300 casos por distrito. Núñez y Villa Devoto están en el fondo de la lista.
Robar autos también tiene picos y valles, sea a mano armada o un hurto sin ocupantes. Los viernes es el peor día para dejar el auto indefenso: hubo 2154 hurtos en 2015, principalmente en la franja de 20 a 21 horas.
Con ambas modalidades en conjunto, octubre fue el peor mes del año pasado: 1224 casos. Ningún mes del año tiene menos de mil robos. En total, durante todo el año pasado, 12478 dueños se quedaron sin sus autos. Flores es el barrio con más vehículos robados: 843 casos. Villa Lugano y Caballito la siguen, con más de 720 casos cada uno en doce meses. Palermo superó los 600 hechos. En todos estos barrios se concentra la mayoría de los robos. San Nicolás, Paternal, Parque Chas y Colegiales gozan de estadísticas muy bajas.
Las estadísticas para robo de viviendas en Capital se dividen en dos modalidades: con nadie en casa y con sus moradores privados de su libertad, lo que se conoce como "entraderas". Enero, dadas las vacaciones, es el peor mes para dejar la casa vacía, con el domingo como día preferencial para dejar la casa sola. Los ataques, paradójicamente, no son nocturnos en promedio: suceden con más frecuencia de 8 a 20 horas. En casas vacías, en enero de 2015, ocurrieron 403 robos.
Con respecto a entraderas, diciembre es el mes crítico, dadas las fiestas y el comienzo de las vacaciones escolares: 118 casos el año pasado. Aquí hay otra paradoja: los delincuentes tendieron a ingresar más a casas y amenazar a sus ocupantes, de acuerdo con los números de la DAC, de lunes a viernes y de 12 a 16 horas.
En conjunto para ambas modalidades, durante todo 2015, hubo 4450 hechos. Palermo es la zona más insegura: superó los 280 casos. Le siguen Flores y Balvanera, con cerca 240 hechos. Recoleta y Belgrano son las próximas en la lista de casas robadas.