Los talibanes afganos anunciaron este martes el inicio de su "ofensiva de primavera" a pesar de los recientes esfuerzos de varios países para empezar negociaciones de paz.
Los insurgentes anunciaron en un comunicado su intención de "lanzar ataques de gran envergadura contra posiciones enemigas en todo el país" en la llamada Operación Omar, que toma el nombre del mulá Omar, fundador del movimiento talibán cuya muerte fue anunciada el año pasado.
La ofensiva de primavera de los talibanes suele anunciar el inicio de la temporada de combates en Afganistán tras la tregua invernal, marcada, sin embargo, este año por enfrentamientos en todo el país.
Los talibanes anunciaron operaciones "ejecutadas por mártires contra feudos enemigos", es decir, atentados suicidas como los que suelen cometer contra la policía y el ejército afgano, que consideran "lacayos" de las fuerzas extranjeras.
"La yihad contra el agresivo y usurpador Ejército infiel es una obligación sagrada (...) y nuestro único recurso para restablecer un sistema islámico y recuperar nuestra independencia", aseguraron los talibanes.
El lunes, 12 soldados murieron en un atentado en el este del país reivindicado por los talibanes, que empezaron su insurrección tras la caída de su régimen, en 2001.
Otro de sus objetivos son los 13.000 soldados de la OTAN que todavía están en Afganistán, a los que quieren "desmoralizar y obligar a irse del país", según el comunicado recibido por la agencia AFP y publicado también en internet.
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La salida de los soldados extranjeros es una de las principales exigencias de los talibanes para volver a la mesa de negociaciones. El año pasado hubo una primera negociación directa con los talibanes en Pakistán, pero que se interrumpió bruscamente tras el anuncio de la muerte del mulá Omar.
Para intentar relanzar las negociaciones, representantes de Afganistán, Pakistán, China y los Estados Unidos se reúnen periódicamente en Islamabad y Kabul desde el mes de enero, hasta ahora sin resultados. Los insurgentes, liderados por el mulá Mansur, han rechazado varias veces participar en el diálogo.