Las decisiones de las empresas no sólo cambian con los años. También varían con los contextos. Con un acceso tecnológico amplio, el consumidor de hoy tiene más herramientas a la hora de comprar. "Cuando va a una góndola, tiene un teléfono celular y compara precios. El empresario de consumo masivo es extremadamente vulnerable", aseguró el licenciado Claudio Reboredo, especialista en el sector.
En diálogo con InfobaeTV, el fundador de la consultora CoRe Crowd explicó que las empresas de retail y consumo masivo pueden tener el mismo objetivo pero llegar a distintos resultados, de acuerdo a las decisiones que toman en el camino. Con todo, la encrucijada entre la intuición y el exceso de información se puede entrenar hacia la decisión correcta.
Es por eso que realiza cursos de capacitación a gerentes y ejecutivos para simular en una sesión abierta qué podría pasar en el mercado en la vida real. ¿Quién es el ganador de este juego? El que tiene mejor retorno.
"Los mercados están cambiantes. Lo que antes era exitoso, no se puede decir que será un éxito en el futuro. Uno de los desafíos que tiene un líder es cómo puede nutrir a sus empleados con las mejores herramientas para conseguirlo", afirmó. Bajo el nombre de SimX, las empresas podrán inscribir equipos en una sesión abierta que se llevará a cabo el 10 y 11 de mayo en Buenos Aires.
-Una de las cosas interesantes es cómo toma la decisión el equipo de trabajo. A veces toman decisiones democráticas, a veces autocráticas, y a veces esas decisiones no se ven reflejadas comparativamente con nada. En la vida real, no se sabe cómo tomó la decisión el otro equipo o empresa, en el mercado virtual sí, Y surgen liderazgos en este juego.
Reboredo: "Al consumidor argentino le gusta comparar precios".
-Hace varios años, la Argentina tiene inflación de dos dígitos y parece que las promociones, descuentos y cuotas sin interés llegaron para quedarse. ¿Es así?
-La inflación distorsiona casi todos los precios relativos. No sabemos si cuando se acumulan todos los gastos, la promoción fue o no conveniente. Los argentinos tenemos mucha experiencia para lidiar con la inflación y cuando nos ofrecen mucho plazo creemos que es bueno. Cuando desaparezca la inflación, debería ser normal tener promociones en momentos atractivos, pero la fiesta de las cuotas se irá acabando.
-¿Para cuándo proyecta ese escenario?
-Si se dan los enunciacdos que dicen que la inflación tiende a ceder, en la segunda mitad del segundo semestre.
-¿Cómo es el consumuidor argentino en el contexto macroeconómico actual?
-No es tan diferente a lo que es un consumidor en el resto del mundo. Algunos clientes están dedicados al precio, otros predominan la valoración de su tiempo. Hoy la góndola es el mundo. En la medida en que la Argentina se comience a abrir, y tengamos más acceso, es más dramático. Por eso es que no podemos limitarnos a la República Argentina.
-¿A qué se refiere cuando la Argentina se comience a abrir?
-Cuando empiecen a llegar inversiones que nos podamos conectar más libremente con el mundo. Hasta hace poco había muchas restricciones de comercio exterior, no se podía traer todo lo que se veía en el catálogo de empresas en el mundo. Al argentino le gusta comparar precios, y los portales de mercado son una de las fuentes más importantes para las compras.
-Entonces, los empresarios van a tener que tomar decisiones para llamar la atención en la góndola...
-Es lo que pasa en los países que no tienen inflación. Cada uno de los productos intenta posicionarse mejor. En la góndola tratamos de llamar la atención. Cuando se vaya la inflación, regresa el marketing, y volvemos a poner el centro en el cliente.