Algunos de los principales involucrados en el caso de corrupción conocido como Mensalao (gran mesada), que estalló en 2005 y causó la peor crisis del gobierno de Lula (2003-2010), figuran ahora como investigados en el de Petrobras, afirmó el fiscal Diogo Castor en una rueda de prensa en la que dio detalles de la operación realizada este viernes.
El fiscal agregó que la investigación estableció que l
y que fue elucidado en un juicio que llevó a prisión a varios dirigentes del PT y allegados del ex presidente.
El llamado "juicio del siglo" fue conducido en 2012 por la Corte Suprema y tuvo como uno de sus principales testigos y condenados al ex diputado Roberto Jefferson, entonces presidente del Partido Laborista Brasileño (PTB) y quien confesó en 2005 que recursos desviados de estatales fueron usados para financiar campañas políticas y sobornar a parlamentarios dispuestos a apoyar en el Congreso los proyectos de interés del gobierno de Lula.
De acuerdo con Castor, uno de los fiscales responsables de la investigación del caso Petrobras, entre los nombres comunes en los dos escándalos de corrupción figuran, además de Silvio Pereira, el ex tesorero del PT Delubio Soares –conducido hoy a una comisaría para prestar declaración– y el publicista Marcos Valerio, condenado por su papel como operador de las corruptelas de 2005.
En la operación de este viernes en el caso de Petrobras, la policía federal detuvo de forma provisional a Silvio Pereira y al empresario Ronan María Pinto, que tiene conocidos vínculos con dirigentes del PT. Según Castor, Pereira es próximo al ex ministro de la Presidencia José Dirceu, condenado como uno de los jefes del Mensalao y ahora investigado en el caso Petrobras.
El fiscal aseguró que, de acuerdo con informaciones suministradas a las autoridades por Marcos Valerio, el ex secretario del PT intermedió ante Pinto préstamos fraudulentos para financiar campañas políticas. Según la Fiscalía, Pereira también recibió dinero de la constructora OAS, una de las empresa investigadas en el caso Petrobras, para "no hablar de lo que sabía del Mensalao".
La detención temporal de Pereira y de Pinto, trasladados a la sede de la Policía Federal en Curitiba –ciudad en donde están centradas las investigaciones sobre Petrobras–, fue inicialmente fijada en cinco días, pero puede ser prorrogada y convertirse en preventiva si la Justicia lo considera necesario.