Dos presos políticos del régimen se encuentran en estado crítico por mantener una huelga de hambre contra la República Islámica, que tiene cientos de detenidos por motivos políticos.
Farid Azmoudeh y Iraj Hatami llevan tres días sin comer en la cárcel de Gohardasht, al noreste de Teherán.
Ambos firmaron recientemente una carta del conjunto de presos políticos iraníes al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en la que instan al organismo internacional a extender el mandato del Dr. Ahmed Shaheed, relator especial de la ONU sobre situaciones de derechos humanos en Irán.
Tras la publicación de esa carta, el régimen persa intensificó la presión sobre Azmoudeh y Hatami y otros presos que también formaron parte del pedido.
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Incluso, al conocerse la misiva, fueron llevado a la oficina del alcade y amenazados con que serían transferidos a una celda con presos ordinarios si continuaban firmando reclamos contra el régimen.
Ante esta situación, otros internos escribieron reclamos por separado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al secretario general, Ban Ki-moon, y a Amnistía Internacional, para exponer las nuevas agresiones contra los presos políticos.
En esas cartas, los reclusos también denunciaron que el régimen de Hassan Rohani tiene bajo amenaza a Azmoudeh y Hatami, cuyas "vidas están realmente en peligro".