Denver fue apodada The Mile High City (La Ciudad de una milla de altura) porque está a exactamente a 1.600 metros sobre el nivel del mar. Es bien conocida por sus posibilidades turísticas en el invierno, especialmente para quienes gustan del esquí. Pero Denver ofrece muchísimas más atracciones que pueden disfrutarse durante todo el año.
La primera recomendación para quienes lleguen a la capital de Colorado es alquilar un auto, que es por lejos la manera más económica y cómoda de conocer y aprovechar. En materia de hospedajes es bueno explorar algunas opciones en las afueras como Northglenn, Westminster o Aurora, en donde pueden encontrarse precios más accesibles.
En nuestro primer día de recorrido les recomiendo visitar el Civic Center Park. Este parque se encuentra en el corazón de la ciudad y cuenta con más de 2.400 metros cuadrados de áreas verdes que sirven como lugar de reunión durante todo el año para eventos de todo tipo. Cruzando la calle del parque se encuentran el Capitolio de la ciudad con la marca de los 1600 metros de altura en un punto de la escalinata. El edificio del Capitolio es muy bonito y tiene una vista muy completa de la ciudad.
Desde allí uno se puede acercar al Museo de Arte de Denver. Aquí se exponen varios tipos de arte de todas partes del mundo. No es raro que una visita exhaustiva tome hasta tres horas, para verlo en profundidad. Al salir se pueden encontrar varios restaurantes y lugares de comida para todos los gustos. Se trata de un centro comercial al aire libre rodeado de edificios históricos, rascacielos, cafés, boliches, bares, tiendas de ropa, salas de cine, cervecerías y, obviamente, restaurantes.
Si se visita Denver en invierno uno puede dedicar el segundo día a esquiar o hacer snowboarding en Arapahoe Basin. Aunque en realidad hay muchos resorts que se encuentran a menos de dos horas de camino en auto. Entre los más famosos, por supuesto, están Vail, y Aspen, que son de los más alejados de Denver, y algo caros por cierto. Los más cercanos son Loveland y Eldora, a los cuales en aproximadamente un hora se puede llegar. El que personalmente recomiendo es Keystone, ya que no solo se encuentra aproximadamente a una hora de distancia sino que tiene actividades para todos los miembros de la familia. Así que los que viajan con chicos, ahí encontrarán mucho que hacer.
Si uno es fanático de las compras, hay suficientes centros comerciales en el área metropolitana para mantenerse ocupado todo un fin de semana entero. Entre los más populares y reconocidos se encuentran: FlatIron Crossing, Cherry Creek Mall, Park Meadows, Colorado Mills y Outlets at Castle Rock. Si andan en busca de mercancía a precios de descuento lo mejor es ir Colorado Mills o los Outlets at Castle Rock. Si buscan ropa de marca y diseño, entonces Cherry Creek Mall es el indicado. Los favoritos de quienes viven aquí son FlatIron y Park Meadows, ya que se encuentran entre las dos categorías de outlet y diseño, tienen muy buenas cosas que ver y no son tan caros.
Al salir de los malls se puede visitar Union Station. El edificio antiguo de la estación es hermoso y está muy bien mantenido. Primero, se pueden tomar unos tragos en el salón principal y luego, ir a comer a uno de los restaurantes dentro de la estación. Es una opción muy buena para la noche y la relación precio/producto es excelente. Es uno de los primeros edificios de la ciudad que siguen en pie. La estación fue recientemente renovada y ahora cuenta hasta con un hotel. Es pequeña pero muy acogedora; la iluminación del edificio es un hallazgo.
Al día siguiente paseamos por Mount Evans, un lugar súper recomendable, para hacer en auto y disfrutar del paisaje. Se pueden ver animales de montaña (cabras y venados) en el trayecto. En invierno el camino está cerrado antes de la cima: por el hielo solo lo abren de la segunda semana de julio a la última de agosto. De todos modos, el recorrido de invierno es excelente para buenas fotos y lugares para caminatas o andar en bici.
El Denver Zoo es espectacular. Animales muy bien cuidados, en excelente estado. No es muy grande pero divertidísimo para caminar. Es muy limpio, los empleados son excelentes y los chicos se divierten a lo grande. Es fantástico para todos. Se trata de una parada obligada en Denver. Obviamente lo mejor es verlo en verano porque en invierno, por el frío, los animales se guarecen en sus jaulas. La entrada cuesta US$ 11 y toma unas dos horas verlo completo.
El Washington Park es un pulmón verde increíblemente inmenso, se puede caminar y ver los lagos (hay dos) en los alquilan botes de dos y cuatro personas por US$ 20. El parque es ideal para un día de picnic y para pasarla bien con los chicos. Hay sendas para bicis (que también se alquilan dentro del parque). Hay canchas de vóley, de fútbol, de básquet y está lleno de juegos para chicos. Hay un centro de recreación cubierto con una pileta olímpica, un gimnasio y una cancha cubierta de básquet. Si es verano, los jueves a la tarde se hacen conciertos al aire libre entre las 16 y las 20.
Para los que no quieran descuidar su forma incluso cuando están de vacaciones, el Cherry Creek Bike Path puede resultar un lugar ideal. El lugar es un paraíso, con un río limpio y claro y miles de personas corriendo y entrenando. Se puede correr, andar en bici o simplemente caminar. Hay senderos que, hechos ida y vuelta, suman unos 40 km en los que se disfruta de la naturaleza al mismo tiempo que se entrena. Empieza en el centro mismo de la ciudad, sigue por Cherry Creek hacia Parker y Franktown combinando paisajes urbanos y verdes. Se pueden ver pájaros, peces, caballos y patos, y parece mentira que apenas a unos pasos de los rascacielos el paisaje pueda transformarse en algo tan natural.