El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien inició este domingo un gira por la isla caribeña acompañado de su esposa, Michelle, y sus hijas, Sasha y Malia, se reunió el día después de su arribo con el mandatario cubano, Raúl Castro.
Es el tercer encuentro entre ambos -el primero en suelo cubano- desde que decidieron en diciembre de 2014 normalizar las relaciones entre Washington y La Habana.
Luego de la histórica cita que tuvo lugar en el Palacio de la Revolución en La Habana, Obama explicó en una entrevista exclusiva con David Muir de ABC News, el cambio político en Cuba.
"Durante 50 años usaron el discurso de la agresión de los Estados Unidos, o de sus intereses en cambiar el régimen, como excusa para no permitir la disidencia en Cuba", señaló Obama, quien agregó que, como consecuencia del proceso de normalización, "desaparece esa excusa".
El Presidente lamentó que ante las críticas formuladas por los Estados Unidos sobre la violación de los derechos humanos en Cuba, la defensa de la isla se base en atacar, a su vez, al país norteamericano.
"Dicen: 'Ok, pero ustedes tienen todavía la pena de muerte y la discriminación racial'. Y éste es el punto... No debemos usar nuestros defectos como una manera de desviar la atención de la represión que ocurre aquí", sancionó el mandatario.
"Mi opinión es que la gente tiene derecho a expresar sus diferencias", dijo Obama, quien agregó: "Creo que si no hubiera tanto miedo a la disidencia, entonces no solamente se encontraría mejorado el gobierno, pero sospecho que podrían, además, lograr una mayor legitimidad a los ojos del pueblo cubano".
"Es mejor escucharlos", insistió el mandatario, quien dijo, además: "Hasta podrían descubrir, de hecho, que tienen algo para enseñarte".
"No podemos forzar los cambios en Cuba, pero lo que sí podemos hacer y seguiremos haciendo es defender los derechos que consideramos universales", dijo Obama, quien consideró que Castro quiere "un cambio real", aunque este requerirá una transición con tiempo, en el "transcurso de la próxima generación de cubanos".
Obama se refirió al episodio sucedido más temprano durante la conferencia de prensa que mantuvieron ambos mandatarios, cuando Raúl Castro, consultado sobre los presos políticos, dijo: "Dime el nombre, dame la lista y si existen... antes de que llegue la noche estarán sueltos".
Preguntado por ABC News sobre una posible lista, el mandatario aclaró: "La verdad es que ya les dimos una lista en el pasado y nos respondieron de forma intermitente". El presidente de los EEUU expresó, sin embargo, su confianza en que los nuevos mecanismos de la relación entre ambos países impulsen un mayor respeto a los valores que le importan a los Estados Unidos.
Sobre si tendrá una entrevista con el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, Obama respondió que le gustaría hacerlo. "Si está bien de salud como para reunirse conmigo, me sentiría feliz de verlo", dijo el presidente estadounidense, al explicar que una reunión de ambos "sería un símbolo del fin de la Guerra Fría". "Pero no sé cómo se encuentra de salud", remató.