El running despierta amor, y también odio. Genera fanáticos y detractores casi en proporciones similares. Entre los que no disfrutan correr, uno de los argumentos más comunes para justificar su rechazo es que el ejercicio deteriora las articulaciones de las rodillas y los pies: a su favor, un estudio científico realizado en Dinamarca y publicado por el Colegio Americano de Cardiología indica que no conviene correr más de dos horas y media cada semana.
Sin embargo, la actividad aeróbica es de gran ayuda para mantener en buen estado el sistema cardiovascular, además de ser una aliada fundamental para bajar de peso.
Para dejar de sufrir, existen opciones que garantizan la actividad "cardio" de una forma placentera, y prometen ser un entrenamiento muy completo.
Aqua running
Si el problema es que el running repercute de manera negativa en las rodillas o articulaciones pero a la persona le gusta, la solución es cambiar asfalto por piscina. No sólo evitará el impacto sino que aumentará la intensidad del trabajo cardiovascular y, gracias a la resistencia del agua, hará un entrenamiento de fuerza mucho más potente, en el que también participará el tren superior.
Dato: El aqua running puede ser una gran opción como entrenamiento previo si el objetivo es llegar correr en tierra
Indoorwalking
Se sabe que las máquinas elípticas son las grandes competidoras de las cintas de correr ya que proporcionan un ejercicio cardiovascular similar pero sin impacto, y tonifican además los brazos. ¿También aburre? Existe una alternativa: las clases de indoorwalking, es decir, clases colectivas parecidas a las de spinning, con música e instructor, pero utilizando las máquinas elípticas.
Y para quienes tienen una elíptica en casa, pero no la usan, existen clases virtuales de indoorwalking en la web.