Urbanización, electromovilidad, industria 4.0, revolución energética y cambio demográfico: las claves de las ciudades del futuro. La tierra está pidiendo a gritos un giro dramático y una fuerte toma de conciencia para reinventar las industrias y construir el futuro.
En este camino, el Instituto Fraunhofer de Alemania, lanzó el programa "MorgenStadt: Ciudades del futuro", que tiene como objetivo tejer una red de megaciudades con empresas innovadoras, con la finalidad de diseñar y dar forma a "ciudades del futuro". Buenos Aires ahora forma parte de esto.
El ministro de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Andrés Freire, firmó este martes un acuerdo de colaboración junto a su par de la provincia de Buenos Aires, Jorge Elustondo y autoridades alemanas del Instituto Fraunhofer para incluir a Buenos Aires dentro de este pretencioso plan de innovación.
De esta manera se busca desarrollar e implementar innovaciones socio-tecnológicas para estimular comunidades más eficientes, seguras y sustentables. El programa MorgenStadt tiene como misión reunir a numerosas Megaciudades del mundo con empresas innovadoras en una red de actores, con la finalidad de diseñar y dar forma a "Ciudades del Futuro". Se trata de una iniciativa que busca desarrollar e implementar innovaciones socio-tecnológicas para estimular comunidades más eficientes, seguras y sustentables.
"Debemos romper el paradigma de que innovar tiene que ver con un momento de iluminación abajo de un árbol. La innovación es un método de aprendizaje. Tenemos que escuchar y aprender de aquellas ciudades que dieron pasos en la dirección correcta", resaltó el ministro.
Desde el Instituto Fraunhofer, dicen haber llevado a cabo una urbanización nunca antes vista en la historia de la humanidad: casi 5 mil millones de ciudadanos alrededor del mundo habitan estas ciudades abordadas en busca de un desarrollo sostenible activo.
"Los objetivos de la sostenibilidad son determinantes para las ciudades del mañana, pero las dimensiones adicionales tales como la resiliencia o la capacidad de adaptación a situaciones extremas y condiciones cambiantes requieren nuevos enfoques, estrategias e infraestructuras", señalan desde el Instituto alemán.
Las propuestas giran en torno a la reducción de emisiones de dióxido de carbono, de utilización de energías alternativas, transportes eléctricos, con una fuerte apuesta tecnológica. "Nuestro rol es administrar el miedo, no temerle al cambio y poner los avances tecnológicos al servicio de la gente. Cambiarle la vida a los ciudadanos. Si la sabemos usar, la tecnología es una herramienta democratizadora", aseguró Freire.