Durante ese mes las exportaciones se elevaron a USD 3.886 millones, mientras que las importaciones descendieron a USD 4.046 millones, y mostraron la creciente primarización de la oferta de productos al mundo y también un notable repunte de las compras de bienes con alto valor del trabajo agregado fuera del país.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos presentó los primeros informes del 2016, correspondientes al Intercambio Comercial Argentino y los Accesos a Internet. Se tratan de las primeras publicaciones de indicadores producidos por el organismo, desde el inicio del proceso de reconstrucción de las estadísticas públicas que impulsó la actual gestión.
En el caso del ICA los datos del primer mes del año y bajo las primeras influencias de un tipo de cambio libre y la eliminación de las retenciones a la mayor parte de las ventas al resto del mundo dieron cuenta de una clara inercia del Gobierno anterior que descuidó la producción de manufacturas como fuente generadora de divisas, y con ello desalentó la compra de insumos esenciales para impulsar la actividad agregada y promover inversiones productivas.
Las exportaciones aumentaron 2% y las importaciones cayeron 4%
Según la serie corregida del Indec por la nueva conducción que encabeza Jorge Todesca el nivel de exportaciones de enero fue el segundo más bajo para ese mes desde 2009; mientras que en el caso de las importaciones fue el peor primer mes del año desde 2010.
Sin embargo, pudo advertirse que en el caso de las ventas al exterior las empresas privadas cumplieron con el compromiso asumido con el nuevo Gobierno de liquidar las cosechas y manufacturas que fueron retenidas en el segundo semestre de 2015, a la espera de la normalización del mercado de cambios: los despachos de productos primarios crecieron 39% y los de manufacturas del agro 51%, en comparación con un año antes.
En ese período, por efecto del debilitamiento de las economías en desarrollo, principalmente, de China, y la depreciación de las divisas, los precios de las materias primas que exporta la Argentina se derrumbaron en un promedio de 17%, más intensamente en el caso de los bienes primarios que en los industriales que perdieron 9 por ciento.
Los precios de exportación cayeron más que los de importación
En el caso de las importaciones el aumento de las cantidades adquiridas respecto de un año antes, tras la simplificación de los trámites que imponía el régimen de las Declaraciones Juradas de Necesidades de Importación, principalmente, fue notablemente menor que el de las exportaciones, porque las empresas primero tuvieron que comenzar a normalizar su relación crediticia con sus proveedores, y además la liberación del mercado de cambios tornó más onerosas las compras en el resto del mundo; más aún si se tiene en cuenta que los precios internacionales cayeron 10%; siete puntos porcentuales menos que el de los productos exportables.
Salvo la creciente dependencia de combustibles importados, para alimentar las usinas eléctricas de origen térmico, por el abandono de inversiones en un área imprescindible para generar expectativas de crecimiento de la generación de riqueza, en enero volvió a contraerse la compra de insumos imprescindibles para las manufacturas argentina; mientras que las adquisiciones de bienes de inversión se mantuvieron en niveles desusadamente bajos.
El déficit comercial energético se triplicó
En enero las exportaciones de combustibles y energía se derrumbaron 33%, a USD 140 millones, mientras que las importaciones apenas cayeron 7%, a USD 224 millones. De ahí surgió un rojo de USD 80 millones, que más que triplicó al déficit de USD 24 millones de igual mes del año anterior.
El origen de semejante crecimiento del desequilibrio negativo de la balanza comercial energética se explica porque mientras la oferta excedente en la Argentina se contrajo en volumen 21%, la demanda externa se elevó 25%, fenómeno que superó el efecto de que en este caso los precios declinaron casi diez puntos porcentuales más: 25% y 16%, respectivamente.