Ricardo Jaime se enriqueció ilícitamente entre 2003 y 2009 cuando fue el secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner.
La acusación judicial contra el ex funcionario quedó formalizada hoy cuando el fiscal federal Carlos Rívolo presentó ante el juez Sebastián Casanello la elevación a juicio oral y público de uno de los tantos casos de corrupción en los que está imputado Jaime.
Según el fiscal, a Jaime se le imputa haber realizado más de 30 adquisiciones de bienes que no puede justificar.
Solo para ejemplificar: Jaime, mientras manejaba los subsidios millonarios y los contratos de obra pública ferroviaria, compró un avión de 4 millones de dólares. Y un diario y una radio para hacer política kirchnerista en Córdoba. Y un hotel y una casa en Carlos Paz. Y una casa de fin de semana en San Isidro. Un departamento de Barrio Parque y otro en Jureré, Florianópolis, Brasil.
La ecuación es muy simple: todos esos bienes se compraron con el producto de la corrupción en el área de Transporte. Los empresarios pusieron dinero a cambio de negocios y controles laxos. Jaime ya fue condenado por recibir coimas de dos empresas a las que debía controlar y por su responsabilidad en la Tragedia de Once.
Según lo demostrado en la causa judicial, Jaime y sus testaferros no pudieron justificar una suma cercana a los 12 millones de pesos. Y a eso falta agregarle el yate de 1 millón de dólares que se le atribuye al ex funcionario y que está retenido en Uruguay.
Para comprar los bienes Jaime armó una estructura de testaferros. Algunos de ellos surgieron del ambiente de los negocios y otros de su círculo familiar.
Rívolo pidió que sean elevados a juicio como testaferros la ex esposa de Jaime Silvia Reyss y las dos hijas de ella, Agostina y Lorena Jayo. También su hacedor de negocios Manuel Vázquez y su hijo Julián Vázquez, quienes participaron de varias maniobras. El hermano de Jaime, Daniel, es otro de los acusados como testaferro. Alfredo Pielach y Lisandro López, integrantes de la sociedad TEBA, que maneja la Terminal de Retiro –que coimeó a Jaime- también integran la lista de acusados.
Graciela Vigna y Norberto Ledantes, padres de Sebastián Ledantes, ex marido de Julieta, una de las hijas de Jaime, también fueron elevados a juicio como testaferros. Ambos participaron de la compra de una casa en Carlos Paz que ahora está a nombre de Julieta Jaime.
La situación de Julieta Jaime aún no está definida. Para el fiscal debe ser acusada también como testaferro pero aún falta realizar un trámite judicial.
Después de casi ocho años de investigación quedó judicialmente confirmado lo que se sospechaba cuando Jaime manejaba –con la venia de sus jefes- el negocio del transporte en la Argentina. Que era corrupto.