Llegar a casa después del trabajo y sentir que el perro merece pasar por la ducha. La decisión de bañarlo en el momento implica la utilización de los productos que se tienen a mano: el jabón y el shampoo personal, ahora servirán para higienizar a la mascota de la casa. Sin embargo, lejos de favorecer al animal, se lo está perjudicando. Es que a pesar de que al final huela rico y regale una imagen enternecedora, elegir los productos incorrectos incidirán negativamente en la piel y el pelaje del perro.
"Seguramente se ha oído hablar del pH de la piel: que puede ir de 0 a 14. De 6.4 para abajo se considera ácido. De ese número para arriba, en cambio, alcalino. Los seres humanos suelen tener un nivel de 5.2 a 6.2, es decir, ácido. Los productos de higiene para la piel y el cabello están hechos específicamente para mantener ese equilibrio. En los perros, en cambio, pueden tener de 5.5 a 7.5, dependiendo del tamaño de los mismos, raza, sexo y otros factores", explicó el sitio para mascotas PetMD.
Por lo tanto, si un shampoo formulado especialmente para la piel humana se utiliza en un perro, el manto ácido que protege su piel será interrumpido, creando un ambiente ideal para que las bacterias, parásitos y virus puedan lastimarlo. "Siempre leer las instrucciones, para asegurarte de que el producto sea apto para la edad y el tipo de perro", recomendó el sitio de la ONG, Paw Rescue.
Para mantener al perro entre los baños, es importante cepillarlo con regularidad. Esto es saludable para el pelaje y su piel, pero también para que el perro se huela y se vea bien. Cuanto más crezca el pelo, más importante será el cepillado. Si el pelo no está tirante y entrelaza, la piel no puede respirar. El perro se rasca en busca de conseguir ese espacio y ahí es donde pueden aparecer consecuencias negativas en ellos.
"También hay que cepillarlo antes de que entre a bañarse y la colocación de la correa o collar –en caso de ser necesario– no debe ser en el durante sino con anterioridad. Tener todos los productos y elementos separados, procurando que la habitación en donde se lo higieniza mantenga la puerta cerrada para evitar que el perro intente escaparse", sugirió el sitio PetMD.
"Durante el baño, el agua debe estar tibia, evitando cualquier tipo de temperatura extrema", fundamentó PetMD. Luego, exprimir suavemente con las manos el exceso de agua, envolverlo en una toalla grande y absorbente y comenzar a frotar suavemente. Tanto en el baño y enjabonamiento como en el secado, se redomienda mantener al perro levantado y no apoyado en el suelo o bañera.
¿Cada cuánto tiempo hay que bañarlos?
La frecuencia recomendada entre cada baño es de ocho semanas como mínimo, teniendo en cuenta el cepillado diario y los cuidados rutinarios que merecen los perros. El tiempo máximo de intervalo lo establecerá, en gran medida, la raza y las actividades del perro.
Los perros que pasan mucho tiempo o participan en actividades al aire libre, se exponen a la suciedad, insectos o bacterias que requieren de baños más recurrentes, con intervalos de sólo seis semanas.