La detención de Milagro Sala se convirtió en un tema de debate nacional que trascendió las fronteras a punto tal que provocó la entrada en escena del papa Francisco, quien tuvo un gesto especial para expresarle su apoyo a la dirigente social.
Su Santidad le envió un rosario bendecido y le hizo saber a la líder de la Tupac Amaru que está "preocupado por su situación". Lo hizo a través de Enrique Palmeyro, un argentino de su extrema confianza y número dos de Scholas Occurrentes, el proyecto educativo que se inició en el Arzobispado de Buenos Aires y hoy se desarrolla a escala mundial.
La noticia tuvo ayer un enorme impacto político y ahora se actualizó a través de la periodista Alicia Barrios –también de estrecho vínculo con el Papa-, que difundió la imagen del obsequio: "Este es el rosario que Francisco le regaló a Milagro Sala, tiene el sello del Vaticano en el estuche y las cuentas", posteó la comunicadora en su cuenta de Twitter.
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Palmeyro habló del tema pero se cuidó de traducir en palabras el sentido del presente del Sumo Pontífice, aunque manifestó: "Siempre él valoró el trabajo de los dirigentes sociales. Es la importancia de quienes luchan por cambiar la situación que hace que muchos no tengan una casa donde vivir o la alimentación adecuada. Hay dirigentes que se comprometen con esto y es algo que el Papa valora".
Desde que Sala fue detenida, la Iglesia Católica ha tenido varios gestos de acercamiento a la dirigente social. El primero fue a través de un grupo de sacerdotes que ofició una misa en Plaza de Mayo para pedir su liberación. El segundo fue algo más que discursivo: el obispo Jorge Lozano de la Comisión Pastoral Social, medió ante el Gobierno para propiciar un encuentro en Casa Rosada que se realizó la primera semana de febrero.