A dos años del inicio de los conflictos armados entre Rusia y Ucrania, las hostilidades continúan en la zona fronteriza entre ambos países. Mientras la comunidad internacional centra sus esfuerzos en la guerra siria, en detener al Estado Islámico o en controlar el creciente flujo migratorio, el gobierno de Vladimir Putin sigue adelante con su política intervencionista en suelo ucraniano, incumpliendo lo pactado en el Acuerdo de Minsk.
Aunque el conflicto no se encuentra en su punto más álgido, y los decesos bajaron respecto a meses anteriores, todavía "existe un peligro de que haya una guerra entre Rusia y Ucrania", señaló Yuri Diudin, embajador ucraniano en Argentina, en diálogo con Infobae.
Las declaraciones del diplomático están en sintonía con las del presidente Petro Poroshenko, quien a principios de mes consideró que "el peligro de una guerra abierta con Rusia ha aumentado".
"Constantemente están realizando maniobras y ejercicios militares. Eso nos dice que hay una preparación. Hay una fuerte inversión para la preparación de una guerra", apuntó Diudin, quien detalló que en la zona fronteriza las fuerzas rusas "militarizaron mucho la península".
"Incluso está amenazando con armamento nuclear, lo que está en contra de todas las leyes internacionales", agregó.
Diudin aseguró que Ucrania seguirá luchando por los territorios de Crimea y Sebastopol, anexados a Rusia unilateralmente a comienzos de 2014. Pero aclaró: "Seguramente no vamos a entrar con fuerza militar. Pero sí vamos a luchar a través de los tribunales internacionales, a través de la Justicia internacional".
Tras el fin del gobierno del ex presidente Victor Yanukovich, quien cayó el 22 de febrero de 2014 luego de varios días de intensas protestas por su intención de acercarse a Rusia y alejarse de la Unión Europea, diversos grupos ucranianos prorrusos se manifestaron en contra del nuevo gobierno. El 16 de marzo de ese mismo año, se desarrolló un referéndum en Crimea –epicentro de las protestas prorrusas– para integrarse formalmente al gobierno de Moscú. Ese mismo día, las autoridades de la ciudad de Sebastopol también aprobaron su anexión.
En ese marco de intestabilidad política interna en Ucrania, Rusia movilizó tropas en esas ciudades y en la frontera, despertando el repudio de las potencias occidentales, con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza.
"Nuestros juristas están acumulando pruebas contra Rusia, que vamos a presentar en las cortes internacionales de justicia, en La Haya y en otras instancias, y por este medio vamos a recuperar Crimea. Crimea va a volver a ser ucraniana", advirtió Diudin.
Aunque en estos dos años la agenda internacional se vio marcada por conflictos como la guerra siria o la amenaza del Estado Islámico, el embajador se mostró agradecido por el respaldo de "los aliados occidentales".
"Estamos agradecidos a nuestros aliados occidentales que, a pesar de todos los problemas que están teniendo con el flujo de inmigración en Europa, con ISIS, con Siria, nos continúan prestando atención. Tanto Merkel, como Hollande, y otros líderes europeos y norteamericanos, hablan todas las semanas de Ucrania y sobre la necesidad de apoyar a Ucrania".
En esa línea, el diplomático celebró que sigan vigentes las sanciones económicas sobre Moscú y señaló que "junto con la caída del precio del petróleo, con la caída del rublo y la subida del dólar, esas sanciones están afectando seriamente la economía rusa".
"A Rusia no le interesa cumplir con el Acuerdo de Minsk"
El pasado 12 de febrero se cumplió el primer año de la firma de ese acuerdo entre Rusia y Ucrania, celebrado en la capital de Bielorrusia. Desde entonces, Kiev y las potencias occidentales vienen denunciando la falta de cumplimiento por parte de Moscú.
"Ucrania está cumpliendo casi todo lo que le respecta. En primer lugar, en lo que es el cese del fuego, la retirada de los armamentos pesados, hemos hecho una parte de reforma política, hemos aprobado algunas leyes que eran necesarias", sostuvo Diudin.
No obstante, "a Rusia y los prorrusos no les interesa cumplir". "Rusia no ha retirado sus tropas de Ucrania, como está estipulado por los pactos de Minsk; no ha dejado de apoyar a los terroristas que están actuando en esta región y no quiere hacer el intercambio de prisioneros".
El Acuerdo de Minsk fue firmado el 5 de septiembre de 2014. Ante el fracaso del primer cese del fuego, se convocó a una nueva cumbre política. El 12 de febrero de 2015, finalmente, se acordó un nuevo paquete de medidas. Entre las principales, se destacan el alto el fuego de ambas fuerzas; observación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE); retirada de las armas pesadas; liberación de los prisioneros de guerra; y una reforma constitucional en Ucrania.
El diplomático denunció que Moscú ha violado prácticamente todos esos puntos del Acuerdo. Además de no obedecer al alto el fuego y no llevar a cabo el intercambio de prisioneros, tampoco permite el acceso a observadores internacionales. En cuanto a la reforma, explicó que en ese punto se prevén elecciones en las regiones en conflicto. Sin embargo, el embajador ucraniano subrayó que eso sólo se puede realizar "cuando estén dadas las condiciones".
"Nuestros aliados occidentales, Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Australia, Japón, y otros países están viendo quién está cumpliendo y quién no con el Acuerdo de Minsk. Por eso, las sanciones están vigentes", destacó Diudin, quien celebró que en enero pasado esas sanciones económicas sobre Moscú fueran extendidas por seis meses más.
Ante este panorama, "lamentablemente el Acuerdo de Minsk está lejos de ser cumplido".
¿Cuál sería el escenario si Donald Trump llegara a la presidencia de Estados Unidos?
Consultado sobre una hipotética victoria del polémico precandidato republicano en las elecciones del próximo noviembre en Estados Unidos, Diudin consideró que el panorama no cambiaría mucho y auguró que Washington seguiría apoyando a Ucrania.
"No creo que cambie mucho. Porque aquí no se trata de Ucrania, se trata del derecho internacional. Se trata de un país que ha violado las normas del derecho internacional, que es Rusia", explicó.
Durante 2015, en plena campaña de Trump para llegar a ser el candidato republicano para pelear por la Casa Blanca en noviembre, el presidente Putin realizó sorpresivas declaraciones al considerar al magante inmobiliario como un "hombre brillante y talentoso".
Trump no se mostró ajeno a esas declaraciones y aseguró que el presidente ruso "es un dirigente fuerte, que representa a su país".
Estas y otras declaraciones, como que el mundo sería más seguro con las dictaduras de Muammar Khadafi y Saddam Hussein en Libia e Irak, respectivamente, provocaron un gran interrogante sobre cuál sería la político exterior que aplicaría Trump en caso de llegar a la Casa Blanca.
"Un Estado democrático, como Estados Unidos, no puede cambiar de posición sólo por el cambio de presidente porque se trata de valores universales, de principios universales...", concluyó Diudin.