Desde la tragedia de Once que la política en torno a los trenes se intensificó de manera notable. Por eso, el gobierno nacional quiso continuar las medidas que supo elogiar de Florencio Randazzo, ex ministro de Transporte, y terminará de implementar obras que apuntan a mejorar la red de ferrocarriles.
Para ello, el ministro de esa cartera, Guillermo Dietrich, anunció que se incorporará la tecnología de frenado automático de trenes en todas las líneas, "un requerimiento de todo sistema ferroviario moderno que hace que los trenes se detengan automáticamente si no se respetan las señales de pare".
El Sistema de Frenado Automático de Trenes (conocido como ATS por sus siglas en inglés) es de origen japonés y se implementará de manera progresiva durante los próximos 4 años en las 8 líneas de ferrocarril metropolitanas. La inversión será de 250 millones de dólares.
"En los últimos años se realizaron inversiones en materia ferroviaria, fundamentalmente en rehabilitación de las vías, adquisición de material rodante e intensificación de controles. El sistema ATS se encuentra únicamente en un 33% de la extensión de la línea Roca, en sus tramos electrificados, lo que representa apenas el 10% de toda la red", detallaron desde el Ministerio de Transporte en un comunicado.
Según explicaron, los objetivos que se plantean son tres: mejorar la operación y la seguridad de las 8 líneas de ferrocarriles metropolitanos que trasladan a más de 300 millones de pasajeros por año; modernizar el sistema de frenado de la red ferroviaria de pasajeros en el Área Metropolitana (AMBA) mediante la incorporación de tecnología automática; y mejorar las condiciones de trabajo de más de 23.000 trabajadores de las 8 líneas del AMBA, de los cuales más de 20.000 se dedican a la operación diaria, entre conductores de trenes eléctricos, maquinistas de locomotoras, ayudantes de conducción, guardas, señaleros, operadores de Control de Trenes, auxiliares y personal de estaciones, cuadrillas de mantenimiento, entre otros.
Asimismo, desde el gobierno nacional destacan dos principales ventajas del sistema: "Evita que los trenes choquen entre sí porque los para automáticamente si no se respetan las señales de pare a lo largo de la vía y garantiza que se cumplan las velocidades máximas de ingreso a las estaciones terminales: si no se respetan, el tren se para automáticamente.
Durante la gestión de Randazzo se había puesto en funcionamiento el sistema de frenado automático en el Ferrocarril Sarmiento. Además, habían iniciado las obras en el Mitre y licitado los ramales del Roca que están en proceso de electrificación.
La implementación se extenderá también a otras líneas (Belgrano Norte, Belgrano Sur, San Martín, Sarmiento, Urquiza, Tren de la Costa) en 1.493 kilómetros de vías simples que trasladan más de 300 millones de pasajeros al año en el Área Metropolitana.