"Ni un solo país, en cualquier parte del mundo, está libre de corrupción". La sentencia ocupa apenas una línea del último y reciente informe sobre el Índice de Percepción de Corrupción en el sector público que anualmente realiza la reconocida ONG internacional. Sin embargo, logra resumir de un modo brutal un flagelo que –se agrega en el estudio- "no sólo se trata del dinero que falta" sino de los efectos devastadores que produce en la vida de las personas.
La Argentina ocupó el puesto 107 del ranking que incluye a 168 países: sacó 32 puntos sobre 100 posibles y fue ubicado en la misma línea con Ecuador; en Sudamérica sólo quedaron peor ubicados Venezuela (es el último de la tabla) y Paraguay.
Argentina es vista como un país con "amplios recursos naturales" en el que no se ven los beneficios por la corrupción
El estudio de Transparencia Internacional se elabora sobre la base de una serie de encuestas y evaluaciones que se combinan para definir el índice que obtiene cada país: un puntaje que no supera los 50 puntos es considerado un aplazo; en ese caso, el país aparecerá en rojo en el mapa que grafica los resultados finales.
La evaluación (enfocada en lo que pasó en 2015) hace una breve referencia a la Argentina, al incluirla junto a México y Venezuela en el grupo de países con mala calificación que tienen amplios recursos naturales, pero no salen adelante porque "desde hace mucho tiempo, la corrupción ha dado lugar a una desesperante falta de inversión en seguridad, educación y salud".
En el mismo informe se apunta que "mientras no se aborden esos puntos débiles, la corrupción seguirá siendo norma y la calidad de vida de los ciudadanos no va a mejorar".
Sin embargo, al hacer foco en el continente americano, Transparencia Internacional resaltó un dato positivo que observó en 2015: "se descubrieron redes de corrupción a gran escala" y se produjeron varias "movilizaciones masivas de los ciudadanos" para repudiar esas prácticas; entre ellas resalta las que se pudieron observar en Brasil, que "enfrentó su escándalo más grande con Petrobras"
En la parte alta del ranking, Dinamarca volvió a ocupar el primer lugar (por segundo año consecutivo), mientras que Corea del Norte y Somalia muestran el peor desempeño, con apenas 8 puntos cada uno. La contracara es Brasil, el país que más posiciones descendió en el índice, al empeorar 5 puntos (obtuvo 38) y bajar 7 posiciones hasta el puesto 76.
Se destacan las movilizaciones contra la corrupción, pero se pide una gran reforma institucional para terminar contra esas prácticas
Para Transparencia Internacional, "el reto ahora es hacer frente a las causas subyacentes", porque miles de ciudadanos exigen el fin de la corrupción, pero "solamente un cambio institucional hará que eso suceda".
Al respecto, la ONG indicó que "las puntuaciones de los países pueden ser positivas cuando existen mecanismos de gobierno abierto", a través de los cuales "la sociedad puede exigir que sus dirigentes rindan cuentas".
Por el contrario, "una puntuación deficiente evidencia un contexto donde prevalece el soborno, los actos de corrupción quedan impunes y las instituciones públicas no dan respuesta a las necesidades de los ciudadanos".