MimickerAlarm, que acaba de ser lanzado por Microsoft, sólo se puede apagar cuando los usuarios toman una serie de tareas diseñadas para sacarlos de la cama. A la hora de poner el despertardor, los usuarios pueden elegir entre sacarse una selfie graciosa, tomar una foto de algo de determinado color o decir con éxito un trabalenguas.
Funciona así: cuando la alarma suena y el usuario la pospone, empieza un contador de 30 segundos. Si quiere detenerla, tendrá que levantarse, encender una luz y tomar una selfie con una expresión en particular que la app le pedirá que haga.
Si la cámara detecta que es la expresión que está pidiendo, no volverá a sonar hasta la próxima vez que se configure. Si el usuario no hace el gesto requerido, la alarma empezará de nuevo hasta que lo consiga.
La aplicación ya está disponible de forma gratuita en la tienda de Google Play. Fue creada por los desarrolladores que trabajan en Microsoft Garage, un programa en el que grupos de empleados de todo Microsoft colaboran en pequeños e innovadores proyectos en su tiempo libre.
Pero Mimicker Alarm no es el primer despertador con métodos curiosos.
Con Puzzle Alarm, por ejemplo, hay que resolver rompecabezas, algo para lo que hay que estar verdaderamente despierto. Esta aplicación tiene 3 niveles de dificultad y para desactivarla hay que resolver ecuaciones matemáticas, memorizar imágenes, captcha y patrones de repetición. Y se la puede configurar para enviar un SMS a la persona que selecciones en caso de que te quedes dormido.
Time is Money es una aplicación que afecta el bolsillo de quienes no hacen caso a los avisos del despertador. Si la persona hace caso omiso de la alarma se descuenta dinero de su tarjeta de crédito, previo registro y con consentimiento del implicado. El usuario establece el monto a pagar por minuto y la cantidad máxima a debitar. Asimismo, lleva un registro estadístico del tiempo perdido al día (a la semana o al mes) por este tipo de retrasos.
Y Nanda Clocky tiene un motor que hace que uno deba correr detrás suyo para apagarlo. Permite repetir la alarma una sola vez: después de eso, saltará de la mesa y se irá rodando. Soporta caídas de hasta un metro y seguirá sonando y brillando mientras huye, por lo que no quedará otra opción que levantarse si quiere apagarlo. Fue diseñado por la estudiante estadounidense Gauri Nanda.