Cuando pareciera que el brote de dengue está fuera de control, desde el Ministerio de Salud insistieron en hacer hincapié en profundizar las medidas de prevención casa por casa para evitar que el mosquito Aedes aegypti vector de la enfermedad se siga propagando.
"Sin mosquito no hay dengue", decía una vieja campaña de prevención de esta enfermedad que sorprendió un verano y parece haber llegado para quedarse.
Es que por eso las autoridades sanitarias insisten por todos los medios que "la" medida de prevención por excelencia es el descacharrado, que no es ni más ni menos que evitar la acumulación de agua en los hogares, ya que ese es el ambiente ideal para el cultivo de la larva del Aedes aegypti.
En pleno brote epidémico de dengue, el secretario de Promoción de Programas Sanitarios y Salud Comunitaria de la Nación, Néstor Pérez Baliño, hizo un alto en sus actividades para explicar a Infobae algunos puntos clave para entender la situación.
Consultado sobre qué implica estar en presencia de un brote, y entendiendo por esto la aparición repentina de una enfermedad en un lugar específico, que puede afectar a una región de un país o un grupo de países, Pérez Baliño aclaró: "El brote lo tenemos en Formosa y Misiones. Después lo correcto es hablar de casos en varias provincias, incluidas Buenos Aires y la Capital Federal. Esos casos demuestran la presencia del virus en varias provincias del país pero no representan un brote".
"Todos los años hay un aumento de los casos en esta época, pero este año había dos elementos que indicaban que iba a haber más casos", reconoció el funcionario, y detalló: "En primer lugar, la situación epidemiológica, ya que se sabe que el virus presenta 'picos' cada cuatro o seis años y la última epidemia había sido en 2009. Y en segundo término la grave situación respecto a esta enfermedad en que se encuentran Paraguay y Brasil hacían suponer el ingreso de personas infectadas al país".
En ese sentido, destacó que debido a las fiestas de fin de año y las vacaciones, "en esta época hay mucha circulación de personas hacia un lado y otro de la frontera, lo que llevó a que el mosquito Aedes que circulaba aquí picara a personas infectadas y a partir de ese momento se convirtió en vector del virus".
Y debido a que no existe tratamiento especial ni vacuna para prevenir esta enfermedad, es que Pérez Baliño enfatizó que "se requiere de la conciencia de la gente para que en cada casa no prolifere el mosquito".
"Es necesario que en todos los hogares descacharricen para no dejar que se acumule agua quieta y limpia, que es el cultivo ideal para la larva –explicó el funcionario-. Tapar los tanques de agua en las terrazas, cambiar el agua de los floreros y bebederos de animales todos los días y vaciar los recipientes de desagote de aires acondicionados son sencillas medidas que contribuyen mucho a mejorar la situación epidemiológica".
Pérez Baliño resaltó que "no hay que preocuparse por los ríos ni piletas, ya que se trata de un mosquito doméstico", por lo que si en las casas no hay lugar donde se críen las larvas no habría más dengue.
Fumigar, ¿sí o no?
"Fumigar en forma masiva no es efectivo porque la fumigación mata al mosquito adulto pero no a la larva", aclaró el funcionario, para quien la medida "sí es efectiva como tratamiento de foco", esto es fumigar nueve manzanas a la redonda de donde hubo caso para matar a todos los mosquitos infectados.
Asimismo, en las zonas de brote el Ministerio de Salud reparte larvicidas (productos que se tiran donde puede juntarse agua).
Por último, teniendo en cuenta que el Aedes aegypti pica de día y no de noche como el mosquito común, usar repelente siempre que se vaya a estar al aire libre previene la picadura, siempre que se refuerce cada dos o tres horas.
Síntomas y señales de alerta
El dengue es una enfermedad viral trasmitida por el mosquito Aedes aegypti, que luego de ingerir sangre de una persona infectada es capaz de transmitir el virus a otras personas sanas. Se trata de un mosquito pequeño, con manchas blancas en las patas, que pica también durante el día y que se cría en agua tranquila pero limpia (no estancada y contaminada). Vuela no más de 150 metros desde donde nació (salvo que ingrese a un vehículo).
Los enfermos son infectantes para los mosquitos desde el día previo al inicio de los síntomas hasta el quinto día de la enfermedad, y no se transmite de persona a persona.
El dengue tiene un período de incubación de entre 3 a 15 días, y se divide en tres etapas:
1-Etapa febril (días 0 a 5 de la enfermedad)
2-Etapa crítica ( días 5 a 7 de la enfermedad)
3-Etapa de recuperación (luego del día 7 de enfermedad)
La primera etapa de la enfermedad se caracteriza por la presencia de fiebre con dos o más de los siguientes síntomas:
- Cefalea intensa retroocular (detrás de los ojos)
- Escalofríos
- Dolores musculares y en articulaciones
- Erupciones cutáneas
- Derrames en la piel u otras manifestaciones hemorrágicas
Luego del cuarto o quinto día hay una mejoría de la fiebre y los síntomas, y en la mayoría de los casos, la enfermedad termina. La reaparición de fiebre, luego de una mejoría de 12- 24 horas debe alertar sobre la posibilidad de estar avanzando hacia la etapa crítica.
La doctora Cristina Freuler (MN 58098), jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán dio una serie de recomendaciones para pacientes bajo sospecha:
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En pacientes febriles, evitar las picaduras de mosquitos mediante el uso de repelentes y telas mosquiteras para frenar la transmisión viral.
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En caso de fiebre y/o dolor, tomar paracetamol y no otros antiinflamatorios, analgésicos o antipiréticos como la aspirina, el ibuprofeno y el diclofenac porque pueden favorecer la hemorragia.
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Evitar el uso de antibióticos, corticoides y administración intramuscular de medicamentos de cualquier índole.
Ante cualquiera de estas señales, consultar al médico inmediatamente.