Desde ahora, los industriales que cuentan con alta capacidad ociosa de molienda podrán importar soja para su procesamiento y posterior exportación de productos con valor agregado: aceite y harina de la oleaginosa.
La decisión se determinó en momentos en que la industria procesadora de granos opera con una ociosidad cercana a 30% de su capacidad y responden a otras de las medidas reclamadas por el sector, como fue el recorte a los impuestos a los embarques de los derivados de la soja.
"Cuando el producto resultante a exportar sea aceite de soja, harina o pellets de soja, no se requerirá la inscripción en el 'Registro de Operadores de Soja Autorizados' (ROSA)" para la importación de la oleaginosa, señaló la resolución conjunta 7 de los ministerios de Hacienda y Finanzas y 5 de Producción.
En la práctica, el ROSA operaba como un límite a la importación de la soja proveniente de vecinos como Brasil, Paraguay y Bolivia, productores relevantes a nivel global.
La industria del aceite de soja operaba con 30% de capacidad ociosa
"La mayor parte de las empresas no era considerada confiable impositivamente por la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) y eso les impedía ser inscriptas en el registro ROSA y así no accedían a la admisión temporaria", dijo una fuente del sector agroexportador.
"Esto podría allanar la importación temporaria de soja de Paraguay o de países vecinos para poder mantener las plantas industriales del gran Rosario (polo agroexportador) en funcionamiento durante enero y febrero, que es cuando se quedan sin suministros", añadió la fuente.
Los agricultores locales están cerca de finalizar la siembra de la soja 2015/16, cuya producción sería de 55 millones de toneladas, según la Bolsa de Comercio de Rosario. La nueva medida apunta a "impulsar la actividad agroindustrial y la generación de valor agregado en el Territorio Nacional, así como la plena ocupación de la capacidad industrial instalada", explicó el Gobierno en la resolución, publicada en el Boletín Oficial.