Falcon 9 logró poner en órbita a un satélite, pero fracasó al tratar de aterrizar de forma controlada sobre una barcaza.
"La primera etapa (del cohete) llegó hasta la barcaza pero parece que el aterrizaje fue brutal", señaló la empresa en un mensaje de Twitter.
Se trata del cuarto intento de posar la primera parte del cohete haciéndolo aterrizar en una plataforma en el mar.
"Bueno ¡al menos los pedazos fueron más grandes esta vez!", escribió Elon Musk, el director ejecutivo de la empresa californiana, en su cuenta de Twitter.
El 22 de diciembre la sociedad fundada por el millonario había conseguido hacer aterrizar el Falcon 9 cerca de Cabo Cañaveral, 11 minutos después de su lanzamiento y tras colocar 11 satélites en órbita.
SpaceX considera fundamental recuperar el primer cuerpo del cohete pues permitirá reutilizarlo y ahorrar dinero, ya que los componentes de estos aparatos cuestan millones de dólares y suelen terminar como desechos tras cada lanzamiento.
A pesar de que los aterrizajes en el mar son más complicados, la empresa busca perfeccionar esta técnica porque es "necesaria para misiones de alta velocidad", indicó Musk en Twitter.
Tras el fracaso añadió: "Definitivamente es más difícil aterrizar sobre un barco".
El cohete Falcon 9 despegó en medio de la bruma desde su plataforma de lanzamiento en la base aérea Vandengerg, en California.
La primera parte del cohete se separó de la segunda, que transporta al satélite, 2 minutos y 37 segundos después del despegue. Luego comenzó a reorientarse para comenzar su descenso hacia la Tierra.
Para realizar esa maniobra, el cohete tuvo que volver a encender sus motores en varias oportunidades en retroceso para frenar su velocidad.
Pero al final, el aterrizaje no se frustró ni por la velocidad del cohete ni por turbulencias en el mar, sino porque una de sus patas no se desplegó como previsto.
"Así que se volteó luego de aterrizar", precisó Musk.