Hay quienes recuerdan cada detalle (lo que se conoce como memoria episódica) y quienes recuerdan los hechos en general (memoria semántica). Una investigación del Instituto de Investigación Rotman en el Centro de Ciencias de la Salud de Baycrest, afiliado a la Universidad de Toronto, probó por primera que no se trata de una memoria mejor o peor, sino que estos dos tipos de memoria se asocian a distintos patrones de conexión cerebrales y pueden ser heredados.
La novedad principal del estudio, "Intrinsic medial temporal lobe connectivity relates to individual differences in episodic autobiographical remembering" ("La conectividad propia del lóbulo temporal medio se vincula con las diferencias individuales en la memoria episódica autobiográfica"), publicado en la revista científica Cortex, consiste en que termina con décadas de un enfoque dominante en la investigación sobre memoria y cerebro. "Hasta hace poco", explicó a Infobae la doctora Signy Sheldon, profesora del Departamento de Psicología en la Universidad de McGill, Canadá, "típicamente mirábamos de qué modo el cerebro sostenía la memoria y se daba por sentado que para todo el mundo era igual". Tras este estudio se sabe que la memoria tiene rasgos diferentes y que se observan en diferentes acciones del cerebro: "Hay demasiada variación entre los individuos y obtuvimos una imagen clara de cómo el cerebro sostiene esos diferentes procesos de la memoria".
"Hay demasiada variación entre los individuos"
La motivación para el estudio surgió de investigaciones anteriores sobre formas más extremas de memoria. Esos estudios probaban que algunas personas tienen una memoria autobiográfica muy superior: "Se trata de gente que puede recordar en detalle lo que les sucedió en una fecha determinada diez años atrás; por lo general, con la capacidad de recordar imágenes visuales muy ricas asociados a esos hechos", describió la coautora del trabajo. "Quisimos ver si esas variantes en las formas de memoria se reproducían en un grupo de población normal. La hipótesis que teníamos era que la gente que tenía la posibilidad de recordar detalles ricos probablemente usaría estructuras del cerebro que sabemos que sostienen la capacidad de procesar la información basada en la percepción de los sentidos".
Distintas memorias, distintas actividades neuronales
Para el experimento 66 adultos jóvenes (con un promedio de edad de 24 años) completaron un cuestionario en línea sobre cómo recordaban los acontecimientos y los hechos. Sus respuestas los ubicaron en un rango entre los que tenían una memoria autobiográfica muy superior y una memoria autobiográfica muy deficiente. Entonces se los sometió a una resonancia magnética funcional para observar el modo en el cual la actividad del recuerdo trazaba un patrón de conectividad en el cerebro.
—¿Cómo llegaron a la hipótesis de que podía haber caminos neuronales distintos para diferentes características de memoria?
—Cuando hablamos sobre memoria de largo plazo existe esta distinción entre información episódica versus información semántica —dijo la psicóloga Sheldon—. Cuando uno recuerda, por ejemplo, qué comió una noche puede recordar detalles episódicos de la cena al evocar datos específicos como la hora y el lugar. Pero también se pueden recordar más detalles semánticos, datos generales asociados a ese hecho pasado, como que uno fue a un restaurante de pescados y mariscos, o que esa cena tuvo lugar mientras uno estaba de vacaciones en el verano. Sobre la base de la literatura académica que señala que la gente tiene una tendencia a recordar la información de una forma o de la otra, quisimos ver si la tendencia o las características del estilo de memoria que alguien tiene se representaba en la estructura cerebral subyacente.
Los investigadores encontraron que así era. Se concentraron en las conexiones entre los lóbulos temporales medios del cerebro —conocidos por cumplir una función fundamental en el acto del recuerdo— y otras áreas. Hallaron que los que tenían una memoria autobiográfica rica en detalles mostraban una conectividad mayor del lóbulo temporal medio con las regiones de la zona posterior del cerebro, vinculadas a los procesos visuales; en cambio, aquellos que recordaban en general, más conceptos que imágenes, tenían una conectividad mayor del lóbulo temporal medio con las áreas frontales del cerebro, que participan en la organización del razonamiento.
Nuestra capacidad para recordar el pasado afecta cómo planificamos nuestro futuro y cómo resolvemos los problemas
—Esta diferencia entre memoria episódica y semántica, ¿es algo excluyente, de modo tal que si alguien posee uno de esos rasgos no tendrá el otro?
—Es demasiado temprano para establecerlo, pero no creo que sea el caso. No hay una distinción excluyente. Alguien puede tener una buena memoria episódica y una buena memoria semántica también. No sabemos todavía si la gente nace con una predisposición o si es algo que se puede entrenar. Pero sí hemos visto que la gente puede recordar la información de maneras diferentes, según sus formas de recuperarla. Si se pone a alguien con un estilo de memoria episódica a recuperar información, probablemente utilizarán esa estrategia para recordar.
Estilo de memoria y prevención de enfermedades
Una de las consecuencias potenciales del hallazgo es que la gente que recuerda con mucha riqueza de detalles podrá advertir antes que los que tienen memoria semántica si sufren algún deterioro, ya sea por la edad o por la aparición de síntomas de enfermedades como el Mal de Alzheimer.
"Si sabemos que alguien tiene memoria episódica, queremos diseñar estrategias de intervención cognitiva que valoren esas diferencias individuales", dijo la profesora Sheldon. "Las estrategias de intervención para alguien con problemas de memoria van a depender de sus rasgos básicos de memoria personal. Estos hallazgos sugieren que se abren vías promisorias de investigación para puede ayudar a desarrollar intervenciones cognitivas individuales para personas que tienen problemas de memoria. A medida que envejecemos hay una pérdida asociada de nuestra capacidad de recordar hechos autobiográficos en detalle. Entonces, ¿cómo se relacionan esos rasgos de memoria?".
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—¿Qué implica esta diferencia de los estilos de memoria en las acciones de los recuerdos en el presente, como la solución de problemas?
—Este es el primer estudio que tenemos, de una serie de investigaciones en progreso en este momento, que se hacen esa pregunta: ¿cuáles son las funciones de la memoria en la vida cotidiana? De la investigación previa que tenemos sabemos que nuestra capacidad para recordar el pasado, o el modo en el cual recordamos el pasado, afecta verdaderamente cómo planificamos nuestro futuro y cómo resolvemos los problemas. Estas diferencias individuales que observamos sobre las maneras de recordar el pasado sugieren que también habrá diferencias individuales en el modo en el cual las personas encaran las tareas hacia el futuro, cómo resuelven los problemas y cómo tienden a enfocar las acciones creativas.
Las otras investigaciones en curso a cargo de Sheldon y sus colegas buscan más información sobre la conexión entre la mente y el cerebro. "Creo que el aspecto más importantes de esta investigación es el hecho de que reconoce la existencia de diferencias en las maneras en las que la gente recuerda, y así abre una vía para valorar en lugar de ignorar las diferencias en la manera en que se encaran las tareas cognitivas".