Las recientes ejecuciones en Arabia Saudita, y en especial la del clérigo Nimr Baqer al Nimr, junto con la airada reacción de Irán, reavivaron tensiones existentes hace unos 1.400 años. Aquí, las claves para entender un conflicto que juega un rol importante en la geopolítica mundial.
Chiítas y sunitas: ¿por qué hay dos ramas?
El Islam se divide en dos ramas, la chiíta y la sunita. Tras la muerte del profeta Mahoma en el año 632, se planteó el problema de la sucesión. Un grupo -los sunitas-, siguió a los primeros califas posteriores a Mahoma, mientras que el otro -los chiítas- sostuvo que se debía continuar con la línea familiar del profeta, es decir, su yerno Alí.
Esta división ha tenido implicaciones políticas y sociales en el Medio Oriente. Mientras que los sunitas representan el 90% de los musulmanes e imperan en la mayoría de los países de la región, los chiítas son una minoría con 100 millones de adeptos.
El único gobierno musulmán chiíta es el de Irán, sin contar el régimen alauí de Siria, que es una secta dentro del chiísmo.
Primeros hechos clave
En esa puja, resulta elegido un califa (el que gobierna ese espacio de la comunidad musulmana). En total, se eligieron cuatro, tres de ellos fueron asesinados. Los tres primeros fueron Abu-Bakr, Omar y Uthman. Tras el asesinato del último, Alí -primo y yerno de Mahoma- reclamó el puesto y se instauró como cuarto califa.
El Califato se desintegra en 1923, un año después de la caída del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial. Y se materializa la división de la comunidad entre sunitas (hoy el 90% del mundo musulmán) y chiítas (el 10%, son mayoría en Irán y Bahrein, la mitad de Irak y hay pequeñas comunidades en el mundo, una de ellas está en el Líbano. Además, el grupo terrorista Hezbollah también es chiíta).
Más recientemente, la Revolución Islámica de Irán en 1979 puede considerarse como otro episodio clave: marcó el inicio de un régimen teocrático en este país, actual centro de los chiítas.
Diferencias
En teología, los chiítas magnifican al cuarto califa, Alí (su nombre nace de shiat Alí -"los partidarios de Alí"-). Es que consideran que el líder debe descender de los hijos que Alí engendró con Fátima, la hija de Mahoma. Por eso también veneran a Hussein, el nieto del profeta que muere asesinado por los sunitas.
Para ellos, existe división jerárquica de la religión. La máxima autoridad es el ayatollah. Sus fetuas (opiniones) se imponen en todos los niveles interiores.
Para los sunitas, las opiniones de todos los teólogos tienen el mismo peso. Esta rama adopta el nombre por la importancia que le dan a la Suna, la colección de dichos y hechos atribuidos a Mahoma y transmitidos en forma oral. No se basan estrictamente en el Corán, lo que abre la posibilidad de adaptarlo a los cambios de épocas y realidades.
El Islam en números
Sunitas: 87% de los musulmanes.
Chiítas: 13% de los musulmanes.
En dónde es fuerte cada rama
Sunitas: Arabia Saudita, Afganistán, Pakistán, Jordania, Kuwait, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Túnez, Catar, Libia, Turquía, Siria.
Chiítas: Irán, Azerbaiyán, Bahréin, Irak, Líbano.
Líderes del islam
Sunitas: Abu Bakr, el suegro de Mahoma, y los tres primeros califas justos: Umar, Uthman y Alí (Ali ibn Abi Talib).
Chiítas: Ali ibn Abi Talib, el primo y yerno de Mahoma. No reconocen la legitimidad del gobierno de los tres primeros califas justos.
Organizaciones
Sunitas: Al Qaeda, Hamas, talibanes, Estado Islámico, Hermanos Musulmanes
Chiítas: Hezbollah