"Mi pensamiento se dirige en este momento a los numerosos migrantes cubanos en dificultad en América Central, muchos de los cuales son víctimas de tráfico de seres humanos", dijo el papa Francisco al finalizar la oración del Ángelus en el Vaticano este domingo.
"Invito a los países de la región a redoblar con generosidad todos los esfuerzos necesarios para encontrar una solución rápida a este drama humanitario", agregó el pontífice argentino.
La crisis se inició a mediados de noviembre, cuando Nicaragua cerró las fronteras a los cubanos, lo que provocó que entre 5.000 y 7.000 migrantes quedaran atrapados en Costa Rica.
El gobierno costarricense decidió a su vez cerrar las fronteras al flujo de cubanos, ante la magnitud del problema y la negativa de otros países de la región a recibir a los migrantes.
La Cruz Roja de Panamá advirtió esta semana que la permanencia de cientos de migrantes cubanos en la zona fronteriza con Costa Rica puede "salirse de control", si ese país mantiene la decisión de cerrarles el paso.
LEA MÁS:
Una cumbre de presidentes centroamericanos celebrada el 19 de diciembre en San salvador concluyó sin encontrar salida a la crisis.
El vicecanciller de Nicaragua, Dennis Moncada, afirmó en ese momento que la llave de la solución había que buscarla en Estados Unidos, dado que "son ellos los que están generando que muchos cubanos quieran ir a su territorio".