La oferta por debajo de los $100 se ha multiplicado. Por un lado, obligados a captar la demanda que se queda en la puerta y que, básicamente por falta de confianza, no se anima a gastar más de cien pesos en una botella de vino.
Pero por el otro, para atraer a un público más joven que se ve atraído por bebidas más fáciles y directas como los ready to drink y la cerveza; para quienes el precio es fundamental en su decisión de compra. Es por ello que hoy la oferta de vinos es bien abundante y conviven en las góndolas los vinos tradicionales, con aquellas marcas que supieron lanzarse a la fama a partir de su excelente relación calidad-precio a principios del nuevo milenio. Pero también con una avalancha de vinos nuevos, más atrevidos tanto por fuera como por dentro, decididos a convertirse en la puerta de entrada al mundo del vino de los jóvenes consumidores.
25 vinos por menos de 100 pesos
Argento Bonarda 2014 (Argento)
Es la cepa que debería secundar para siempre al Malbec, porque también es original para el mundo y abunda en nuestras tierras. Pero todavía no son tantos los vinos que logran un perfil amable y agradable como este. De carácter frutal y paladar jugoso, franco y típico. Ideal para la pasta casera de los domingos.
Killka Sauvignon 2015 (Salentein)
El carácter de este vino blanco debe ser siempre vibrante y refrescante. Y eso, en el Valle de Uco se logra naturalmente. Por eso, esta etiqueta, que lleva el nombre del Museo y espacio gastronómico de la bodega, es un buen exponente. Cítrico y bien vivaz, ideal para acompañar sushi.
Kaiken Reserva Malbec 2014 (Kaiken)
El Malbec es el cepaje emblemático de nuestro país, y por consiguiente el vino más frecuente en las góndolas. Pero no siempre se logra dar con uno bueno por pocos pesos. Este es un tinto moderno y equilibrado, de paso agradable y final frutado. Directo y con la firmeza justa para lucirse en un asado con amigos.
Santa Julia Reserva Malbec-Cabernet Franc 2013 (Santa Julia)
A partir del concepto "Mountain Blend" se presenta este bivarietal, a base de Malbec (70%) y Cabernet Franc; las dos variedades más de moda en nuestro país. Un tinto vivaz y de taninos sueltos, con una frescura final que sobresale. Puede ser un buen compañero de las carnes a la parrilla.
López Cabernet Sauvignon 2012 (López)
Un clásico de clásicos que se mantiene vigente por dos motivos; carácter y estilo; más allá del precio. Un tinto equilibrado y con sus taninos bien domados por el tiempo. De paso ágil y final especiado. Un vino que en la mesa nunca falla y se acomoda muy bien a la cocina casera en general.
Saurus Merlot 2014 (Familia Schroeder)
Pocos, pero quedan, exponentes de este varietal para los amantes merloteros. Este Saurus tiene carácter y fluidez con agradabilidad. De buen cuerpo y cierta consistencia, con la textura justa del cepaje en un marco refrescante. Ideal para tenerlo en casa y servirlo con guisos.
Viñas de Narváez Cabernet Franc 2014 (Cavas Rosell Boher)
Pocos saben que el enólogo de esta casa fue pionero en elaborar este cepaje, hasta hace muy poco, olvidado. Además, es un vino que se viste muy a la moda y viene listo para regalar en su exclusiva y elegante funda de Tyvek (única en el mundo). Es jugoso, con cuerpo y buena fluidez. Un verdadero Best Buy.
Elegido Malbec 2014 (Norton)
Es la última novedad de esta tradicional bodega mendocina. Conocedora del Malbec y sus secretos, el Elegido resulta un tinto muy armónico y de carácter reconocible. Amable y fresco, con lo mejor de las frutas rojas y las especias que caracterizan al cepaje. Ideal con milanesas al horno con papas fritas.
Diamandina Chardonnay 2014 (Diamandes)
Detrás de esta elegante botella de vino; su etiqueta parece la de un perfume; se esconde un buen exponente. Y la clave es que sus dueños franceses, son muy reconocidos por sus blancos en Burdeos. Por eso hay logrado un vino muy expresivo y completo, que da mucho más de lo que pide. Fresco y voluptuoso.
Cuesta del Madero Roble Cabernet Sauvignon 2014 (CDM)
Un vino tradicional que se ha renovado totalmente, pero se mantiene fiel al estilo que lo hizo famoso. De aromas austeros, con cierta tipicidad y equilibrados. Paladar jugoso y con buen cuerpo, taninos que se afirman, y un carácter frutal maduro con toques especiados. Para un asado de muchos es número puesto.
Tucumen Cabernet Sauvignon 2012 (Familia Budeguer)
Es tan moderno por fuera que llama mucho la atención, más allá del impacto de su etiqueta. Un puro Cabernet Sauvignon elaborado a base de uvas de distintos viñedos ubicados en Maipú y Agrelo. Tinto fluido y con cierto agarre, con sabores maduros y especiados. Va muy bien con empanadas de carne con salsita criolla.
Funckenhausen Red Blend 2014 (Funckenhausen)
Curiosa novedad por donde se lo mire. Botella de litro, con nombre difícil pero inolvidable, para este blend de Malbec, Bonarda y Syrah; la cepa preferida de la casa; todos provenientes de viñedos propios de San Rafael. Resulta un tinto moderno y vivaz. Ideal para compartir con muchos amigos, y sorprenderlos.
Carinae Malbec Rosado 2015 (Carinae)
Este vino rosado puro de Malbec tiene mucho para decir. Un carácter propio que nace en Chachingo, un terruño que dará mucho que hablar. Y como buenos franceses, sus dueños, se volcaron por concebir un rosé muy particular. Con personalidad propia, fresco y firme. Ideal para servir en la mesa.
Dante Robino Bonarda 2014 (Dante Robino)
Sin duda, es el más mimado de la línea, ya que la familia Squassini (propietaria) tiene debilidad por sus Bonarda. Este es su entry label, un tinto amable y vivaz, con equilibrio y la nobleza de una variedad que poco a poco va ganando adeptos entre los consumidores exigentes locales. Va muy bien con pastas y carnes rojas.
Tracia Syrah 2013 (Finca El Enlace)
Los amantes de la variedad seguramente lo conocerán o al menos reconocerán a San Juan como cuna de varios exponentes nacionales. Es un vino muy fluido y de aromas y sabores cálidos, con dejos especiados. Sus taninos firmes piden carne, y es ahí donde el cordero aparece como un gran compañero para disfrutarlo.
Ventus Torrontés Dulce 2015 (Bodega Del Fin del Mundo)
La demanda parece reclamar vinos más fáciles y dulzones. Quizás por eso la flamante novedad de esta consagrada línea patagónica de vinos para todos los días, sea un Torrontés dulce. Fragante y vivaz, ideal para servir como aperitivo informalmente o con postres a base de frutas. Y también en un clericó.
Euforia (Goyenechea)
Una apuesta jugada de esta tradicional bodega de San Rafael. Tinto de aromas frescos y frutados, blend de 85% de uvas Merlot y un 15% de uvas Malbec de su finca de Villa Atuel. Sus sabores son algo cálidos pero bien equilibrados, y la dulzura no compite con los taninos suaves del Merlot. Beber algo refrescado.
Jean Rivier Chenin Blanc 2015 (Jean Rivier)
Poco a poco esta cepa, muy implantada en nuestro país, va encontrando su lugar a mano de buenos vinos. Como este blanco, ya tradicional para la bodega. Es vivaz y bien frutal, con notas de manzana verde y pera. Ideal para disfrutarlo sólo como aperitivo o bien con una parrillada de frutos de mar, bajo el sol.
Quara Rosado 2015 (Finca Quara)
Recién llegado al mercado desde Cafayate. Un rosado que combina Malbec (80%) con Cabernet Sauvignon (20%). Es un vino que en nariz se siente muy frutado, con notas de guindas y frutillas. De paso fresco y persistente. Puede ser el elegido para arrancar el asado y acompañar muy bien las achuras.
Viento Sur Fruity & Sweet (Freixenet Argentina)
Una novedad que desafía a nuestro cepaje emblema buscando captar paladares más abiertos. Se trata de un varietal 100% Malbec elaborado en Gualtallary, Valle de Uco, Mendoza, a partir de uvas cosechadas a mano. Es fresco y apenas dulce, con un paso sigiloso por boca, y un final bien frutal con toque maduro.
Emilia Red Blend (Nieto Senetiner)
Desde que salió al mercado, no paró de conquistar paladares; jóvenes y no tanto. Sus aromas a vainilla, especias y frutas rojas son fáciles de percibir. En boca, por sus delicados taninos, se percibe de amable estructura. Es ideal para acompañar carnes rojas grilladas, empanadas y pasta.
Séptima Tempranillo 2014 (Séptima)
Si hay alguien que conoce bien esta variedad son los españoles, y la familia Raventós la elabora desde que se afincó en Mendoza con su séptima bodega; de ahí el nombre. Es un tinto amable y de buen cuerpo, con agradable paso por boca, algo maduro y especiado. Más pensado para acompañar arroces y cazuelas.