La compañía ultima la venta de sus fábricas en Indonesia como el último paso para acabar con su producción en el extranjero de un sector de negocio deficitario.
Toshiba ya vendió sus plantas de televisores en Polonia al fabricante taiwanés Compal Electronics, y también estudia deshacerse de sus fábricas en Egipto, donde está asociado con la empresa local El Araby, detalló el diario Nikkei.
Medios nipones habían adelantado que Toshiba y Fujitsu planeaban fusionar sus ramas de computadoras, una operación en la que también participaría Vaio, la empresa del mismo sector que pertenecía a Sony hasta 2014, con el fin de garantizar su supervivencia en un mercado vez más competitivo.
Se estima que estas medidas de reestructuración de Toshiba podrían suponer el recorte de cientos de empleos.
Toshiba está sumergida en un grave caso de escándalo contable después de que el pasado mes de julio saliera a la luz que la compañía llevó a cabo una manipulación sistemática de sus cuentas durante los últimos 7 años.