El contundente triunfo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las elecciones legislativas del domingo le proporcionará a la oposición venezolana el control por primera vez de la Asamblea Nacional, compuesta por 167 legisladores.
Sin embargo, de la cantidad de diputados que la oposición obtenga depende el futuro político del país caribeño. Hasta el momento, el frente antichavista obtuvo 99 escaños frente a los 46 del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cuando aún restan asignar 22 curules. Así, con mayoría simple, la MUD podrá buscar una amnistía para unos 75 presos políticos, con una ley que extinga la responsabilidad penal que pesa sobre varios opositores presos, entre ellos, el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, condenado a casi 14 años de prisión por violencia en una marcha antigubernamental.
Además, podrá designar por primera vez a las autoridades de la Asamblea Nacional y aprobar leyes ordinarias y una enmienda constitucional para acortar el mandato presidencial, aunque esto debe ser sometido a referendo.
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Como la Constitución de Venezuela le da mucho peso a los instrumentos de democracia popular, si la oposición aprobara una ley, y luego el presidente Nicolás Maduro decidiera vetarla, o el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) la anulara, podría convocar un referéndum para que la sociedad decida la suerte de esa norma. Y las resoluciones de las consultas populares son irrevocables.
"Yo no voy a descansar hasta liberar a todos los presos políticos", declaró Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, a quien el Gobierno permitió votar desde prisión.
Para tener una mayoría calificada de tres quintos de la Cámara se necesitan 101 legisladores, algo que en este momento ni siquiera el oficialismo posee, pero que la oposición quedó a un solo diputado luego de las 99 bancas que obtuvo. Entre las facultades que otorga esta mayoría, se destaca la de emitir un voto de censura contra el vicepresidente y contra los ministros del gabinete, aprobar enmiendas constitucionales, sancionar leyes habilitantes que dan poderes legislativos al Ejecutivo, designar y remover a los integrantes del Consejo Nacional Electoral.
Pero la mayoría más importante es la de dos tercios, que se consigue con 112 o más diputados. Esto le permitirá sancionar leyes orgánicas, convocar una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución Nacional y remover a los miembros del TSJ.
El abogado constitucionalista Hermánn Escarrá, que formó parte del equipo constituyente que elaboró la actual Carta Magna venezolana en 1999, señaló a la agencia de noticias EFE que aunque "todos los poderes son importantes, sin lugar a dudas, éste -el Legislativo- es un poder especialísimo de la democracia".
Respecto al referendo revocatorio del mandato presidencial –una opción dejada entrever por algunos opositores–, el jurista precisó que sólo sería posible con la decisión popular y no a través de una iniciativa legislativa.
En cambio, sí "podría iniciar el juicio político, o podría iniciar el proceso de vejación constitucional, que es lo que llamamos aquí en Latinoamérica el abandono constitucional del cargo", explicó.