A nivel nacional el FN se sitúa por delante de la derecha (27% a 27,4%) y del gubernamental Partido Socialista (22,7% a 23,5%).
El partido dirigido por Marine Le Pen llega en cabeza al menos en seis de las 13 regiones de Francia.
Y sobrepasa ampliamente a la oposición de derecha y al gubernamental Partido Socialista en tres regiones claves: el norte (Norte Paso de Calais Picardía), donde se presenta Marine Le Pen, en el sudeste (Provenza Alpes Costa Azul), donde la candidata es su sobrina Marion Maréchal Le Pen, y en el noreste (Alsacia Champaña Ardenas Lorena), donde se presenta el vicepresidente del partido, Florian Philippot.
Marine Le Pen obtuvo en el norte entre 40,3 y 43% de los votos. Marion Maréchal-Le Pen entre 41,2% y 41,9% en el sudeste.
Tras anunciarse las estimaciones, Marine Le Pen afirmó que es un "resultado magnífico" que recibe "con humildad y un profundo sentido de las responsabilidades". Podemos "realizar la unidad nacional que el país necesitá", agregó.
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Por su parte, Florian Philippot, reivindicó la condición de "primer partido de Francia".
Estas elecciones regionales adquirieron un cariz nacional a raíz de los atentados de París y del previsto avance de la extrema derecha, ahora confirmado. Son además el último test electoral antes de la presidencial de 2017.
Más de 44 millones de electores eran convocados a las urnas para elegir los consejos que gobernarán las 13 regiones del país, pero poco menos de la mitad de ellos votaron.
Tres semanas después de los más graves atentados sufridos en Francia, que dejaron 130 muertos y unos 350 heridos, las elecciones tuvieron lugar en estado de emergencia, con medidas de seguridad reforzadas alrededor de las mesas electorales.
Sarkozy rehúsa aliarse con la izquierda contra el FN
El partido de extrema derecha Frente Nacional (FN), que está en buena posición para ganar por vez primera al menos dos regiones en la segunda vuelta, continúa la progresión espectacular que logró el año pasado en las elecciones municipales y las europeas.
Los atentados de París anularon prácticamente la campaña para estos comicios y contribuyeron a desdibujar las diferencias políticas, en un clima en el que se mezclaron los homenajes a las víctimas, los llamados a la "guerra" contra la organización Estado Islámico y un auge de los símbolos patrióticos.
El partido de Marine Le Pen se vio confortado en su discurso nacionalista y antimigrantes a raíz de la información de que dos de los suicidas de los atentados llegaron a Francia desde Grecia, donde entraron desapercibidos entre miles de inmigrantes.
En cambio, los socialistas, que dirigían desde 2010 todas las regiones de Francia salvo una, no se han beneficiado del espectacular aumento de popularidad que los sondeos señalan (hasta +22 puntos) para el presidente François Hollande a raíz de las medidas tomadas después de los atentados.
La segunda vuelta de las regionales tendrá lugar el domingo próximo. Pueden presentarse a ella las listas que obtuvieron al menos diez por ciento en la primera vuelta.
El resultado de los comicios depende en gran medida de la actitud que adopten en la segunda vuelta el PS y Los Republicanos (LF), principal partido de la oposición de derecha, en las regiones en las que el FN tiene posibilidades de ganar. Allí podrán o bien retirar sus listas en favor de la otra formación, o aliarse para impedir la victoria de la extrema derecha, o mantenerse para una segunda vuelta triangular, que podría favorecer al FN.
Pero el ex presidente Nicolas Sarkozy, líder del LR, declaró el domingo por la noche, tras conocerse los resultados, que se niega a que sus listas se fusionen con las de los socialistas o se retiren en su favor, y llamó a "movilizarse en favor de la única alternativa posible" a los socialistas: "la encarnada por los republicanos de derecha y de centro".
El primer ministro socialista Manuel Valls se había declarado el miércoles dispuesto a "hacer todo" lo necesario para impedir una victoria del FN, pero después de los resultados el PS no se había pronunciado aún el domingo por la noche.
Estas elecciones nacionales son las últimas previstas en Francia hasta las presidenciales de 2017, para la cual los sondeos colocan a Marine Le Pen en cabeza de las intenciones de voto en la primera vuelta.