El Chelsea pasa por un pésimo momento futbolístico, suma 15 puntos en igual cantidad de partidos jugados en la Premier League, quedó eliminado de la Copa de la Liga en octavos de final y está a tres unidades de la zona de descenso.
Tras la derrota como local el sábado ante Bournemouth, que no ganaba desde la sexta fecha ante el Sunderland por 2 a 0, el entrenador José Mourinho se hizo cargo del bajo nivel de su equipo, pero también criticó duramente la actitud de su rival.
"Jugaron de una forma que algunos llaman inteligente y otros poco caballerosa. Se tomaron su tiempo, pidiendo la entrada de los médicos y bebieron agua como si fuera un tiempo muerto de baloncesto", acusó el ex técnico del Real Madrid.
Además, asumió la responsabilidad de lo que significa estar más cerca del último puesto que del primero en la tabla de posiciones, pero incluyó al plantel en el reparto de culpas: "El dueño, la directiva... Ellos no tienen la culpa del mal momento. La responsabilidad es mía y de mis jugadores" y agregó: "Si nuestros jugadores no son capaces de dar el máximo, es un problema. Si analizas partido tras partido, hay algunos de ellos a los que les cuesta ser consistentes".
Esta derrota, además de continuar con el peor arranque del club en su historia y de un campeón en la liga, terminó con una racha de 43 partidos que el Chelsea acumulaba sin perder como local ante un recién ascendido.
Lejos parece haber quedado la obtención del título de la Premier League en mayo pasado. Durante esta segunda mitad del año, los conflictos dentro del vestuario de algunos de los referentes del plantel, Diego Costa, y el ex técnico campeón de la Champions League con el Porto y el Inter se han acentuado.
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Mientras tanto, el máximo certamen a nivel europeo es la única esperanza que tiene el conjunto londinense de peleare por un título en la segunda mitad de la temporada. El Chelsea es el líder del Grupo G y un empate ante el Porto el próximo 9 de diciembre le asegurará el primer puesto en la zona.