Turquía no responderá a las reacciones "emocionales" de Rusia después de la destrucción de uno de sus aviones militares por parte de la aviación turca y no tomará represalias contra residentes rusos o contra sus intereses, aseguró su presidente Racep Tayyip Erdogan.
"Hemos adoptado un acercamiento comedido frente a las reacciones emocionales de Rusia", declaró el martes por la noche Erdogan, citado por el diario Hürriyet.
El jefe del Estado turco aseguró en particular que no se trataba de expulsar a ciudadanos rusos residentes en su país. "No sería digno de Turquía", insistió.
Además, Erdogan acusó a Moscú de una "propaganda negra" contra su país, lanzada tras el reciente derribo de un avión ruso por cazas turcos, con afirmaciones que considera no serían creíbles para los líderes mundiales.
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