"Mañana se van a primera hora y revisan lo que está pasando en empresas Heinz. Y si los gerentes están saboteando, aquí está el jefe del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), me los ponen presos ya", amenazó el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, en su programa "En Contacto con Maduro".
"¡Ya basta de esta burguesía! Los meten presos, se los presentan en la Fiscalía a todos los gerentes de esa empresa", insistió. Maduro argumentó que su iniciativa era en respuesta al reclamo de trabajadores de la firma estadounidense por mejores salariales y la firma de una nueva convención laboral.
La única planta de la compañía en el país caribeño, ubicada en el poblado costero de San Joaquín, a unos 150 kilómetros al oeste de Caracas, tiene una capacidad de distribución de 500 toneladas de alimentos diarias, esencialmente salsa de tomate.
"Yo creo en la clase obrera y yo sé que esos trabajadores están diciendo la verdad", agregó el mandatario sin dar detalles sobre la denuncia.
Maduro culpa al sector empresarial privado de librar una "guerra económica" a través del desabastecimiento de alimentos y el almacenamiento irregular, para desestabilizar su gobierno.
En ese sentido, el presidente Venezolano acusó al dueño de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, de "esconder" productos. "Pelucón (oligarca) del diablo ¿Le tienes miedo al pueblo pelucón del diablo? Mira, ahí está el pueblo que te va a derrotar, malvado, perverso", le dijo Maduro el pasado lunes, en un acto de campaña electoral de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
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La economía venezolana, que entró el año pasado en recesión y registró al cierre del tercer trimestre del 2014 una contracción de 2,3% en el Producto Interno Bruto, ha registrado en los últimos nueve años una de las mayores tasas inflacionarias de la región a pesar de tener control de precios y cambio desde 2003.
Los analistas asocian los severos problemas de inflación y la escasez de alimentos, entre otros productos básicos, con el agotamiento del modelo de controles y a un crecimiento del gasto público que ha llevado el dinero circulante en la economía a niveles nunca vistos. Pese a que las autoridades tienen casi un año sin publicar el índice inflacionario, algunos analistas han estimado que al cierre del 2015 la inflación superará los tres dígitos. El año pasado el índice inflacionario fue de 68,5%.