El joven millonario corría contra una Ferrari una carrera callejera e ilegal por la ciudad portuaria, ubicada en las afueras de Java, cuando perdió el control de su automóvil de lujo. Atropelló a un matrimonio y a un vendedor que tenía un puesto de comidas en la vereda y se estrelló contra un árbol.
Kuswanto, de 51 años, se llevó la peor parte. Fue arrastrado por el vehículo y murió en el acto. Su esposa, Srikanti, de 41 años, terminó con las piernas rotas, pero sobrevivió. Lo mismo ocurrió con Mujianto, el puestero, de 44 años.
Para Wiyang Lautner no fue suficiente desprecio por la vida ajena haber participado de esa carrera. Tras causar el desastre, en vez de ir a socorrer a las víctimas, se puso a escribir un mensaje de texto y a hablar por celular.
La policía lo detuvo después del choque y lo trasladó a la estación para interrogarlo. En los próximos días, anunciará las conclusiones preliminares sobre la investigación que está efectuando para determinar con precisión lo ocurrido.