A menos de nueve días de terminar sus funciones en el Poder Ejecutivo Nacional por el mandato popular que decidió el último 22 de noviembre la alternancia en la conducción del país, el gobierno nacional vuelve a dejar un pagadiós al próximo presidente.
Ya lo había hecho el día anterior con un mega decreto 2535 con 387 páginas anexas y ahora a través de la Decisión Administrativa 1234 que también se nutre de más de dos centenares de folios en los que detalla la ampliación y resignación de partidas presupuestarias. Constituyó la trigésimo cuarta modificación presupuestaria desde el inicio del año.
Como es habitual, los ministros Kicillof y Fernández justifican que "el aumento de las erogaciones se financia con mayores recursos a los calculados en el Presupuesto vigente y mediante compensación de créditos de distintas partidas del Presupuesto de la Administración Nacional". Sin embargo, las matemáticas son contundentes: incremento de los gastos netos en $7.924 millones, los cuales habían sido anticipado la semana anterior por Infobae, y mayores ingresos por $2.336,5 millones, determinaron un salto del ya abultado déficit fiscal de más de $350.000 millones en otros $5.588 millones.
Una vez más, la fuente de financiamiento de semejante desequilibrio no presupuestado recaerá en el aumento de la deuda pública y emisión del Banco Central, al menos hasta el 9 de diciembre.
El justificativo de la medida es la "necesidad de incrementar el Presupuesto vigente a fin de atender las erogaciones resultantes de las mejoras en las remuneraciones dispuestas por normas legales establecidas durante el presente año, que comprenden a los organismos pertenecientes al Poder Ejecutivo Nacional, al Poder Judicial de la Nación, al Poder Legislativo Nacional y al Ministerio público".
Y también, como es ya tradicional en un Gobierno que no ha mostrado idoneidad para manejar eficientemente a las empresas públicas que tomó del ámbito privado, los ministros Aníbal Fernández y Axel Kicillof destacaron que en lo que resta del año se requiere "afrontar transferencias a Aerolíneas Argentinas y transferencias para el pago de subsidios a las empresas de autotransporte público de pasajeros", en una magnitud muy superior a la que presupuestaron un año atrás.
Y curiosamente, a nueve días de transcurridos los últimos comicios nacionales que determinaron el triunfo de la fórmula presidencial de Cambiemos, integrada por Mauricio Macri y Gabriela Michetti, el Gobierno que finaliza su mandato descubrió que no había reservado los fondos necesarios para "atender los gastos que demanda el proceso electoral" y debió ahora reforzar el Presupuesto vigente del Programa 39 - Fomento e Impulso al Desarrollo del Sistema Democrático", financiado con recursos de afectación específica.
Más erogaciones extrapresupuestarias
Las buenas noticias para la próxima administración parecen esquivas, al menos por parte del gobierno nacional que vence su mandato, porque hoy el Boletín Oficial también da cuenta de la meteórica reglamentación a través del Decreto 2635 del "cese de impuestos coparticipables" que resolvió la Corte Suprema de Justicia a favor de las provincias de Córdoba, Santa Fe y San Luis, pero que deberá hacerse extensiva al resto de las 24 jurisdicciones por un monto que los expertos estiman en unos $460.000 millones, equivalente a más de 9% del PBI, seguramente con la emisión de un bono de la deuda pública.
El Presupuesto 2016 deberá ser reformulado
De ahí que una de las medidas que deberá adoptar el nuevo gobierno será la reformulación del Presupuesto 2016 que casi sin discusión previa aprobó un Congreso que en los últimos años votó sin contemplar la consistencia y deudas flotantes que comenzaron a aparecer a fin de ciclo.