Luego del derribo del avión ruso por parte de Turquía, el Ministerio de Defensa del gobierno de Vladimir Putin anunció que sus pilotos estarán equipados, a partir de este lunes, con misiles aire-aire para evitar nuevos ataques contra sus naves durante las operaciones en Siria.
"Hoy y por primera vez los bombarderos de combate Su-34 han salido de misión llevando no sólo bombas OFAB-500 y bombas guiadas KAB-500, sino también misiles aire-aire cortos y medianos", informó Igor Klimov, portavoz del ministerio, en declaraciones a la agencia de noticias estatal rusa Sputnik.
"Estos misiles están equipados con dispositivos de seguimiento y pueden alcanzar objetivos aéreos a una distancia de 60 kilómetros", agregó el funcionario ruso.
El equipamiento de Rusia a sus pilotos de combate también incluye pistolas y ametralladoras Kalashnikov.
El pasado 24 de noviembre aviones cazas turcos derribaron un Su-24 de la Fuerza Aérea rusa que pilotaba Peshkov. La muerte del piloto ruso provocó una fuerte crisis diplomática entre Rusia y Turquía.
Por un lado, Ankara sostiene que el ataque se produjo luego de que el avión ruso violara el espacio aéreo turco y evadiera varias advertencias. Moscú, en tanto, niega esa versión y asegura que la nave nunca salió del espacio aéreo sirio.
Estados Unidos afirmó este lunes que "corrobora" la versión de Turquía sobre el derribo del caza ruso, en las proximidades de su frontera con Siria.
"Los datos que he visto de EEUU corroboran la versión de Turquía", informó el embajador estadounidense ante la OTAN, Douglas Lute, en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros de Exteriores aliados, que se desarrollará los días martes y miércoles en Bruselas.
Lute aseguró que "el avión estaba en Turquía y fue interceptado en Turquía" y garantizó que se le avisó repetidamente sobre su posición.