El PRO cerró un acuerdo clave con el Frente Renovador para que Jorge Sarghini, un hombre de Sergio Massa, ocupe la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense. Con el apoyo del frente Progresistas, de Margarita Stolbizer, el pacto le da un piso de gobernabilidad a la mandataria provincial electa, María Eugenia Vidal.
El acuerdo incluye a las fuerzas con mayor representación en la provincia de Buenos Aires y excluye al Frente para la Victoria, que esta semana amenazó con bloquear las iniciativas de Vidal en caso de que se desplace del cargo al oficialista Horacio González.
Para evitar una situación de probable trabazón legislativa, el frente Cambiemos precisaba de un pacto de esta naturaleza, ya que no cuenta con los diputados propios para lograr el quórum en el recinto.
Además de Sarghini, quien es jefe del bloque de diputados del Frente Renovador desde 2013, el entendimiento incluye a Manuel Mosca (PRO) para la vicepresidencia de la Legislatura bonaerense. Mosca, con 33 años, fue electo diputado bonaerense este año y dirige el área de relaciones con provincias y municipios del gobierno porteño.
La otra pata del pacto, la UCR, se quedaría con la presidencia de un bloque unificado entre los propios radicales y los macristas.
En tanto, el jefe de la bancada de Progresistas en la Cámara de Diputados bonaerense, Marcelo Díaz, dio su beneplácito el acuerdo entre Cambiemos y el Frente Renovador: "Sarghini es uno de los diputados más respetados por todas las fuerzas políticas y una persona idónea para llevar adelante la conducción del cuerpo, por lo tanto vamos a apoyar esta conformación".
Acerca de la vicepresidencia de la Cámara, Díaz consideró necesario que Vidal "tenga en ese lugar a una persona de su extrema confianza", y opinó que Mosca "es un joven con importantes antecedentes de gestión y sumamente capaz para ejercer este cargo estratégico".
El respaldo de Progresistas ya había sido explicitado días atrás, cuando Stolbizer recibió en su casa a la mandataria electa para aunar posiciones de cara a la nueva etapa que comenzará en el territorio bonaerense y, en especial, en una Legislatura que mostrará fuerzas totalmente repartidas.
"Somos coherentes con lo que dijimos en su momento, que íbamos a apoyar la decisión de María Eugenia Vidal respecto de la gobernabilidad que precisa en la Cámara de Diputados y éste es el primer paso institucional en su construcción", agregó Díaz.
El desafío principal que tendrá que enfrentar Vidal es conseguir el número necesario ya no solo para designar a Sarghini y Mosca como autoridades, sino para hacer funcionar el gobierno provincial. Es que la gobernadora electa necesita los dos tercios de los votos para tomar deuda, designar cargos como el del director general de Educación y para aprobar leyes sobre tablas.
Frente a esta encrucijada, el kirchnerismo forzó su último intento para retener la presidencia de la Cámara Baja. El diputado provincial Fernando 'Chino' Navarro clamó por un llamado de Vidal y afirmó que su bloque es la "primera minoría" del cuerpo y advirtió que "sería importante que se la respete". A cambio de permanecer al frente de la Cámara, el bloque peronista acompañaría las votaciones clave del recinto, como la aprobación del presupuesto.