Para mucha gente es una situación casi inevitable. Se conoce a la otra persona, se inicia la relación y al cabo de unos meses se empieza a sentir que se encontró al amor de la vida. La ciencia todavía no halló la manera de comprobar el amor infinito entre dos personas, pero cada vez se acerca más. Al menos, ya está realizando avances en la detección de los parámetros de una futura relación duradera.
La Universidad de Illinois realizó un estudio llamado "Los caminos desde el compromiso hasta el casamiento: El desarrollo y la disolución de las relaciones románticas", en el que detectó cuatro tipos diferentes de relaciones amorosas entre los jóvenes y pudo vaticinar las posibilidades de cada grupo de contraer matrimonio en el futuro.
"La clave está en poder detectar el núcleo en el vínculo entre las personas. Aquellas que ponen el bienestar del compañero por delante de cualquier cosa, tienen un mayor grado de probabilidad de construir un vínculo duradero", explicó uno de los líderes de la investigación, Brian Ogolsky.
Cuatro variedades de relaciones
El estudio reunió a 376 parejas de jóvenes veinteañeros, quienes no están casados y cuyos vínculos registran un período cercano a los nueve meses. Las entrevistas permitieron que los especialistas puedan dividir a los protagonistas del estudio en cuatro subgrupos: los pertenecientes a las relaciones "dramáticas", "conflictivas", "involucradas socialmente" y "enfocadas en el compañero".
El grupo más numeroso perteneció al de las relaciones dramáticas, ya que registró a un 34% de las parejas. En tanto, las enfocadas en el compañero representaron un 30%; las involucradas socialmente, un 19% y las conflictivas, un 17%. Cada pareja fue estudiada por un período de 10 meses y así se pudo descifrar sus costumbres y trazar un cuadro de probabilidades sobre el futuro de la relación.
Para descifrar las posibilidades de matrimonio, los participantes tuvieron que trabajar con gráficos en los que resaltaban momentos en que cambiaban o se incrementaban sus perspectivas de casamiento o de una convivencia.
Las parejas "enfocadas en el compañero"
Aquellas parejas que pusieron siempre al compañero por delante de cualquier otra cuestión a lo largo de los diez meses de estudio fueron catalogadas como las que cuentan con más posibilidades de formar una relación duradera.
Ese tipo de parejas registró los más altos niveles de interacción positiva y el alto nivel de compromiso para con el otro hizo que la relación se fuera reforzando con el pasar del tiempo.
"Pasar más tiempo con la pareja significa darle una prioridad por sobre lo demás. Y estar junto al otro, tanto en los momentos más positivos como en los más dolorosos no hace más que reforzar la relación", destacó la psicóloga especialista en relaciones Catherine Morris.
Las parejas "involucradas socialmente"
Las parejas que registraron una mayor interacción con terceros reflejaron, paradójicamente, una alta presencia de la actividad en las redes sociales por parte de sus dos protagonistas.
De acuerdo al estudio de la Universidad de Illinois, ese tipo de parejas demostró estar influenciado en muchos aspectos por lo que ocurre en las redes, aunque se mantuvieron sólidas en su compromiso para un futuro matrimonio.
Aún no se terminó de determinar cómo afecta la actividad constante en las redes sociales en el futuro de una pareja. Incluso, hay apreciaciones encontradas por los mismos especialistas. Por un lado, un estudio de la Universidad de Missouri en 2013 reveló que el uso excesivo de Facebook daña a las relaciones amorosas. Sin embargo, por el otro, un informe de la Universidad de San Francisco determinó que el posteo de fotos de una pareja en las redes sociales refuerza el vínculo.
Las parejas con más chances de alcanzar el matrimonio son las que están enfocadas en el compañero
Las parejas "conflictivas"
Los dos grupos restantes son los que tienen por delante un horizonte más complicado y los que registran un menor índice de probabilidad en el desarrollo de un vínculo duradero. Las parejas conflictivas demostraron estar en el medio de un proceso de crisis, pero aún se muestran dispuestas a luchar por la recuperación del bienestar en la relación.
Ese tipo de parejas demostró una frecuencia relativamente constante en las discusiones, aún cuando el clima general entre las dos partes era bueno. Si bien tienen un compromiso estable de cara a un posible matrimonio, las dudas están presentes en la mirada hacia el futuro y no hay muchas esperanzas de que las situaciones conflictivas desaparezcan.
La clave, para los especialistas, radica en los minutos posteriores a cada conflicto. Aquellas parejas que escapan del otro y no atienden el conflicto tienen una mayor posibilidad de ruptura, mientras que las esperanzas recaen en aquellos que afrontan el problema con el diálogo, por más doloroso que sea.
Las parejas "dramáticas"
Según el estudio, aquellas parejas que mezclan conflicto y drama fueron las que menos probabilidades de perdurabilidad registran. Incluso, fueron las que más chances tienen de encontrar la ruptura de la relación antes del casamiento.
Ken Page, un especialista en relaciones y habitual columnista del Huffington Post, aseguró que las relaciones sin dramatismo en el medio logran construir una vida más feliz y generan un mejor equilibrio entre la pasión y la diversión.
"A medida que vamos envejeciendo, el melodrama empieza a tornarse cada vez menos aceptado. Al mismo tiempo, la compatibilidad y la bondad entre las personas se transforman en una necesidad imprescindible. Hay que tener equilibrio y saber gestionar las fuertes emociones de una relación romántica y el confort de una estabilidad en el vínculo", dijo Page.