Los kenianos habían hecho fila incluso desde las 3 de la madrugada del jueves para intentar obtener un lugar, pero no tenían dónde guarecerse y pronto estaban de pie en enormes charcos lodosos.
El jefe policial Japheth Koome reveló que aproximadamente 300.000 personas acudieron a la ceremonia religiosa, que fue llevada a cabo en el campus de la Universidad de Nairobi y en los parques adyacentes.
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El Papa Francisco le dijo este jueves a líderes cristianos y musulmanes en Kenia que no tienen otra opción salvo la de dialogar entre sí para protegerse de los "bárbaros" atentados de extremistas islámicos que han sacudido a la nación del este africano, e indicó que deben ser "profetas" de la paz.
El Sumo Pontífice se reunió con un pequeño grupo de líderes religiosos de Kenia antes de celebrar su primera misa pública en el denominado "continente negro", una alegre celebración en un día lluvioso, a la que asistieron aproximadamente 300.000 fieles, incluido el presidente del país.
La máxima autoridad del Vaticano, que nunca había visitado África, pudo ver a cantantes que se expresaban en swahili (el idioma local), monjas que se inclinaban al ritmo de la música, miembros de la tribu masai y bailarines tradicionales en la misa celebrada en terrenos de la Universidad de Nairobi.
En su primer día completo en África, el Santo Padre insistió en que la religión nunca puede ser utilizada para justificar la violencia, y lamentó que "con demasiada frecuencia los jóvenes están siendo radicalizados en nombre de la religión para sembrar la discordia y el miedo, y para desgarrar el tejido mismo de nuestras sociedades".
Francisco indicó que el diálogo interreligioso no es un lujo o algo optativo, sino simplemente "esencial".
Fuerte defensa de la familia
Durante otra parte de su homilía, el Papa emitió un fuerte llamado en favor de los valores familiares tradicionales, y exhortó a los kenianos a respaldar a las familias y recibir con beneplácito a los niños como una bendición.
Además les pidió que resistan las prácticas "que fomentan la arrogancia en los hombres, lastiman o degradan a las mujeres y amenazan la vida de los inocentes no nacidos".
La Iglesia africana se encuentra entre las más conservadoras del mundo, y los obispos de ese continente han estado en primer plano en la insistencia de que las enseñanzas tradicionales de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad, y su oposición al aborto, sean enfatizadas fuertemente.
Francisco así lo hizo, pero también recalcó asuntos que a él le preocupan: exhortó a los kenianos a dar forma a una sociedad más justa que se preocupe por los pobres, y a "rechazar todo lo que conduzca a los prejuicios y la discriminación, porque estas cosas no son de Dios".
El líder de la Iglesia Católica partirá el viernes rumbo a Uganda, en la segunda etapa de su primer peregrinaje por África.
La población de Kenia, una ex colonia británica, es cristiana en su mayor parte, pero aproximadamente el 10% de los habitantes es musulmana.
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