Un día después de imponerse en el histórico ballotage ante Daniel Scioli, Mauricio Macri no pudo ocultar su alegría en la conferencia de prensa que ofreció por la mañana de ayer. El mismo semblante mostró más tarde cuando, visiblemente más relajado, concedió algunas entrevistas, en las que ahondó en claves sobre su futuro gobierno.
Ya como presidente electo, el líder del PRO volvió a cargar contra la gestión kirchnerista, de la que objetó "falta de transparencia" y varias decisiones económicas, entre otros temas. Señaló que la inflación es "el gran problema" del área y aseguró que de algún modo funcionó como una devaluación.
Consultado por Canal 13 sobre su promesa de terminar con las restricciones a la compra de dólares, ratificó que se acabarán apenas llegue al poder. "El 11 de diciembre habrá un dólar único", aunque evitó precisar cuál será su valor.
No obstante, Macri remarcó que "el cepo se terminó ahora, porque el Gobierno se quedó sin dólares". "Si los dólares se acabaron, para qué discutimos si la salida es gradual o no", acotó. Y en similar sentido cuestionó la resolución que comunicó el sábado el Banco Central, que obliga a los bancos a desprenderse de sus activos dolarizados con el fin de recuperar reservas.
"El 11 de diciembre habrá un dólar único"
También retrucó al oficialismo los achaques que recibió como promotor de un ajuste. "El ajuste lo hizo este Gobierno al no crecer hace cuatro años", lanzó.
El jefe de Gobierno se refirió a lo que desde su propio espacio denominaron una "campaña de miedo" en su contra. "Si hubo un cambio es porque no funcionó. Parecía inevitable que ganen en primera vuelta, parecía que iban a gobernar toda la vida", sostuvo. Al respecto, comentó que entre los presidentes que lo llamaron para felicitarlo muchos le dijeron que estaban contentos con su elección. "Desde afuera del país tampoco se entiende esta intolerancia", añadió, aunque se negó a revelar los nombres de los mandatarios.
Macri será recibido hoy en la Quinta de Olivos (lugar al que se mudará a partir del 10 de diciembre), por Cristina Kirchner, con quien ayer mantuvo un contacto telefónico luego de su victoria. "Espero que sea una conversación constructiva, tenemos visiones distintas, claramente no va a cambiar en 24 horas", estimó.
"Espero que nos abran las puertas de los ministerios para que las personas que nombremos para las tareas puedan hace una transición ordenada. Porque la principal crítica que hicimos es la manipulación de los datos", dijo, y volvió a remarcar el desconocimiento sobre las cifras oficiales.
El jefe de Gobierno dijo que probablemente le plantee a la mandataria su pedido de renuncia para la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, y el titular del BCRA, Alejandro Vanoli. Ambos funcionarios, de confesa sintonía política con el FpV, han dicho que desean continuar en sus cargos, pese al reclamo de la oposición.
Distinguió, sin embargo, el caso de Ricardo Echegaray al frente de la AFIP. Según dijo en diálogo con el canal Telefé, Echegaray ya anunció que dejará el cargo, lo que a su entender "muestra mucha dignidad".
Esta tarde, Macri continuó con el misterio en torno a su futuro gabinete –lo único que confirmó es que Rogelio Frigerio tendrá un lugar– y lamentó que Ernesto Sanz haya declinado su ofrecimiento de ser ministro de Justicia: "Me dolió. Cuando él me vino a plantear un tema personal, no tuve más que entenderlo. Fue una enorme pérdida. Es un dirigente muy valioso". El titular de la UCR informó hoy que no aceptaría ningún puesto en el gobierno ni seguiría al frente del partido.
"Cristina Kirchner está demasiado enamorada de sus ideas"
Consultado sobre los íconos que más admira, mencionó a Mahatma Gandhi y Nelson Madela en el plano internacional; y Domingo Sarmiento, Julio Roca, José de San Martín y Arturo Frondizi, en el doméstico. A Juan Perón y a Néstor Kirchner los definió como "personas muy convencidas de sus ideas" –puso al segundo con un "vuelo superior" al primero– y de la actual presidente dijo que "está demasiado enamorada de sus ideas".
En el reportaje con Canal 13, Macri se emocionó en dos momentos: cuando habló de su padre –"terminar en esta reconciliación, con el abrazo que me dio ayer, cero palabra, sólo un abrazo y los ojos de él, vidriosos, ya está" y de su esposa.
Por lo demás, prometió trabajar "para todos los argentinos" y concedió: "Si en pocos meses no los convenzo, es porque estaré haciendo algo mal".