Aviones de combate de Francia efectuaron la que hasta ahora es su mayor incursión en Siria contra Raqqa, un bastión del Estado Islámico, dos días después de que el grupo reivindicó los ataques coordinados en París que mataron a más de 130 personas, informó el Ministerio de Defensa.
Cazabombarderos franceses lanzaron 20 bombas este domingo sobre el feudo del grupo yihadista en el este del país, destruyendo un puesto de mando y un campo de entrenamiento, anunció el ministerio de Defensa en París.
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"El primer objetivo destruido era utilizado por Dáesh (acrónimo en árabe de ISIS) como puesto de mando, centro de reclutamiento de combatientes yihadistas y depósito de armas y municiones. El segundo objetivo albergaba un campo de entrenamiento terrorista", precisó el ministerio en un comunicado.
"La incursión (...), que incluyó a 10 jets de combate, fue lanzada simultáneamente desde Emiratos Árabes Unidos y Jordania. Se arrojaron 20 bombas", agregó el comunicado.
La operación fue desarrollada en coordinación con fuerzas estadounidenses.
El presidente francés François Hollande acusó al Estado Islámico de ser responsable de la ola de ataques perpetrados el viernes por la noche en París, que provocaron al menos 129 muertos y 350 heridos. El ISIS, por su parte, reivindicó los atentados.
"Es un acto de guerra cometido por un ejército terrorista, Dáesh, un ejército yihadista", había dicho Hollande, advirtiendo que Francia será "despiadada" en todos los terrenos, tanto a nivel "interior como exterior".