arrojó como resultado una serie de atentados terroristas que sacudieron la noche del viernes de
. Los ataques fueron ejecutados por fundamentalistas musulmanes sospechados de pertenecer al grupo
(
, por sus siglas en inglés) al grito de "
".
La policía de ´la capital francesa se vio desbordada por la cantidad de alertas que iban sucediéndose una tras otra entre las 21 y las 22, hora local. El más grave de los hechos sucedió en el teatro Le Bataclan, donde mil quinientas personas disfrutaban de un concierto de rock. Más de 100 espectadores resultaron ejecutados.
Pero en total fueron siete los puntos donde debieron acudir las fuerzas de seguridad. En la mayoría de ellos, un baño de sangre tiñó las veredas parisinas. Los cuerpos perforados por los disparos de las armas automáticas de los yihadistas fueron parte de la postal que muchos observaron en la noche más trágica de París.
La otrora "ciudad luz" parecía hoy un enclave militarizado. Las calles próximas a los lugares de los tiroteos fueron cerradas a los vehículos. La plaza de la República también fue cercada por la policía, como tantas otras. A la zona han llegado también innumerables equipos de bomberos. El jefe de una de las unidades antiincendios ha dicho a sus subordinados: "París está en guerra", frase que los parisinos repiten sin cesar.
La matanza de París impactó también al presidente Hollande quien se encontraba en el estadio en momentos en que la selección francesa enfrentaba a Alemania. Las fuerzas de seguridad del Estado decidieron evacuar en helicóptero al mandatario quien fue trasladado de inmediato al Ministerio del Interior, desde donde dirigió los operativos. Fue allí donde el Ejecutivo puso en marcha el plan "Rojo Alfa", concebido para casos de ataques múltiples, como el que sacudió a la capital la noche del viernes.
Hollande convocó a un Consejo de Ministros extraordinario para la misma noche del viernes que ha aprobado medidas extraordinarias concretas del estado de emergencia. El presidente ha anunciado también la movilización de fuerzas militares basadas en París y alrededores. "Es un horror. Hemos movilizado a todas las fuerzas. Sabemos de dónde vienen y quiénes son", señaló el presidente.
Las extremas medidas de seguridad adoptadas por el gobierno francés parecen no haber sido suficientes para impedir la ola de ataques que conmovió a París en la noche del viernes. Francia es el país occidental más amenazado por los yihadistas. En enero pasado una serie de ataques terminaron con la vida de 19 personas, en lo que se conoció como los atentados contra la revista satírica Charlie Hebdo.