Según un estudio del Instituto Karolinksa de Estocolmo en Suecia -publicado en el British Medical Journal- existe una razón lógica por la que es importante limitar la ingesta de bebidas azucaradas en el organismo. Los investigadores siguieron los hábitos alimenticios de más de 42 mil hombres suecos mayores de 12 años, en donde encontraron que aquellos que bebían al menos dos bebidas azucaradas al día tenían un 23% más de riesgo de sufrir una insuficiencia cardíaca.
"El mensaje para llevar es que las personas que regularmente consumen bebidas azucaradas deben considerar limitar su consumo para reducir su riesgo de insuficiencia cardíaca", dijo la co-autora del estudio, la doctora Susanna Larsson del Instituto sueco.
Fernando Nebbia, presidente del Centro Azucarero Argentino, explicó a Infobae que "el azúcar de hoy son las grasas del ayer. Usan este alimento como chivo expiatorio para culpar los desórdenes alimenticios de las personas, pero aún no pueden parar con la epidemia de la obesidad. La culpa al azúcar viene desde hace rato". Una de las explicaciones más importantes de la investigación es que cuando el corazón no posee la suficiente fuerza para bombear la sangre y el oxígeno adecuado para darle sustento al cuerpo, es allí en donde aparece el síntoma más claro para entender que se está sufriendo insuficiencia cardíaca. En Estados Unidos (el país con más obesidad en el mundo) casi 6 millones de personas viven con este tipo de enfermedad.
"El azúcar puede generar tantos problemas en la salud como cualquier otro alimento. El problema no es el azúcar, sino el desequilibro que uno tenga a la hora de comer", explicó Nebbia, quien aseguró que "el Centro Azucarero Argentino participa en las máximas organizaciones internacionales y en todas las investigaciones que se generen alrededor del azúcar".
Ante cada nuevo avance tecnológico y el envejecimiento tardío de la población, más personas sobreviven a los ataques del corazón o viven más tiempo con la presión arterial alta. En la actualidad, muchas de ellas pueden tener un corazón defectuoso sin saberlo, por lo que es fundamental realizar un control médico con habitualidad.