Por demás escandalosa resultó la Final de una Copa Argentina que prometía mucho fútbol y espectáculo por haber llegado a la definición los dos mejores equipos del año: el Boca campeón del torneo local se medía con el elenco relevación, Rosario Central. Sin embargo, hubo un inesperado protagonista que acaparó todos los flashes que estaban reservados para los finalistas. Se trató del árbitro Diego Ceballos, quien incidió directamente en el triunfo del Xeneize por 2-0 ante el Canalla al haber convalidado dos goles ilícitos.
Esto despertó una furia incontenible de todo el 'Mundo canalla': desde Eduardo Coudet, a quien se le salió la cadena automáticamente dentro del campo de juego, hasta la dirigencia que optó por presentar un reclamo en la Asociación del Fútbol Argentino y permitirse soñar con que será escuchado su pedido de repetir el partido.
Sin embargo, hubo un protagonista que se mostró en contraposición al resto del club rosarino. Ése fue el experimentado Javier Pinola, quien privilegió la cordura para no generar más violencia entre los furiosos fanáticos. No sólo eso, sino que también se animó a defender al cuestionado juez.
"No vi nada raro durante el partido. Volver a jugarlo sería raro. No creo en la mala fe de nadie", manifestó el defensor en diálogo con Fútbol Compacto de DeporTV. Mientras agregó: "Nunca vi nada raro en los fallos de Ceballos no inclinó la cancha. Si un árbitro se equivoca y perdemos, debemos fijarnos qué hicimos mal".
Asimismo, no dudó en referirse a lo que será el pedido de la Comisión Directiva: "Jugar el partido de nuevo es algo raro, se cortó la motivación. Hay que aceptar lo que pasó. Ya no hay marcha atrás. Me pareció raro que no se revea la sanción en su momento, pero Ceballos no quería cambiar el fallo del penal, estaba seguro".
Y cerró dejando un mensaje de paz: "Los jugadores de Boca no tienen nada que ver. Nuestra gente que los reciba con indiferencia si quiere, pero la violencia hay que erradicarla. Que los jugadores de Boca vengan tranquilos porque no son culpables".