Este jueves la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó oficialmente, por primera vez, que en el conflicto que comenzó en el año 2011 y en el que han muerto más de 250.000 personas, se utilizó gas mostaza.
Expertos en armas químicas concluyeron que este gas asfixiante se utilizó el 21 de agosto en Marea, una ciudad de la provincia de Aleppo (norte), donde se enfrentaron grupos rebeldes contra los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
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El informe confidencial que se envió a los Estados miembros de la OPAQ no confirma quién utilizó este tipo gas, aunque según militantes presentes en el terreno en el momento de los hechos, ISIS lanzó más de 50 disparos de mortero ese día contra la ciudad.
Varias organizaciones no gubernamentales afirmaron que un ataque con armas químicas había afectado a decenas de personas en Marea a fines de agosto.
Según pacientes tratados en un hospital dependiente de Médicos Sin Fronteras en Aleppo, un disparo de mortero había impactado en su casa y "tras la explosión, un gas amarillo invadió la sala".
En los últimos meses, las acusaciones contra el movimiento terrorista por el uso de armas químicas en Irak y Siria crecieron considerablemente. En ese sentido, los Estados Unidos, Inglaterra y Francia acusaron el pasado mes de agosto al régimen sirio de llevar a cabo ataques con gas cloro contra regiones rebeldes.
El gobierno de Bashar al Assad se comprometió a destruir todo su arsenal químico, sobre la base de los términos de un acuerdo impulsado por los Estados Unidos y Rusia en septiembre de 2013 con el que Damasco evitó los bombardeos occidentales. Sin embargo, la OPAQ concluyó en 2014 que este gas se utilizó en el conflicto.