Aún perdura la bronca en todo el 'Mundo canalla'. Y no es para menos. Verdaderamente escandalosa resultó la Final de la Copa Argentina, la cual estuvo completamente opacada por el mal arbitraje de Diego Ceballos que convalidó dos goles ilícitos para que Boca se impusiera por 2-0 ante Rosario Central y se adjudicara el título (el primero fue desde un penal inexistente porque la falta fue afuera del área y el segundo en posición fuera de juego).
Ante la indignación generalizada que provocó semejante bochornoso encuentro, desde la institución rosarina avisaron que buscarán que se tome una medida histórica: que se repita el compromiso. Y fue el vicepresidente primero, Luciano Cefaratti, quien lo confirmó: "Que se tome una decisión histórica e inédita. Lo más justo es que este partido se vuelva a jugar. Tampoco Boca merece levantar una Copa tan manchada. Es un pedido de todo el fútbol argentino".
Al rato, trascendió que la presentación se realizará mañana de manera formal y cuenta con el apoyo del 70% de los clubes de la Primera División. Las autoridades canallas, que se reunieron por la tarde en una especie de sesión extraordinaria de Comisión Directiva, llamaron a sus pares de Boca y los pusieron al tanto de la iniciativa, no sin antes pedirles "dignidad" para repetir un juego desvirtuado por los errores del juez.
"Por todos los que queremos un fútbol distinto, para que nunca más vuelva a suceder un arbitraje como el de Ceballos... Ceballos debe ser separado definitivamente del arbitraje", disparó el directivo en diálogo con el programa De Una, Otro Buen Momento que se emite por La Red. Y añadió: "Hay que terminar con esta vergüenza, poner un punto y aparte. Decir basta y que la conducción de AFA tome alguna medida que le devuelva la dignidad a Rosario Central y al fútbol argentino".
Asimismo, el dirigente reconoció que fue a increpar al actual presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Luis Segura, directamente en el mismo estadio Mario Alberto Kempes: "Cuando cobran el no penal, la indignación y la impotencia fueron muy grandes. Sinceramente me pareció un escándalo, fue una de las cosas más groseras que vi en mi vida. Con ese penal se estaba convalidando la vergüenza más grande que se puede dar en una Final. Boca no necesitaba eso".
"Me pareció que esa vergüenza no podía quedar así y se lo fui a manifestar al palco. No hubo respuestas, pero su cara y la de los demás mostró que se daban cuenta que lo que estaba pasando era una vergüenza", explicó Cefaratti. Y cerró: "Cuando hay que jugársela enserio siempre terminan favorecidos los mismos. Es una indignación".