Lo que se vio en la pantalla de la TV Pública durante el fin de semana, con la utilización político-electoral del Fútbol para Todos, tuvo un correlato surrealista en la megaferia de ciencia y tecnología que fue creada por el kirchnerismo. Está claro, ya no parece haber límites para conseguir votos.
En la agresiva campaña oficialista comenzó a utilizarse la figura de Zamba, el personaje animado de la televisión estatal que genera enorme atracción en niños y adultos con sus didácticas excursiones por la historia del país a través del tiempo. "Porque no quiero perder Tecnópolis, yo voto a Scioli", decía el panfleto que una persona disfrazada repartió durante el fin de semana en la feria temática.
Con el mismo cartel posaron decenas de empleados del lugar, a quienes los convencieron de que un eventual triunfo de Mauricio Macri en el ballotage podría dejar a todos sin trabajo.
No se trató de una jugada unilateral de un grupo de trabajadores-militantes inquieto, sino de otra movida que se circunscribe al intenso trabajo territorial que comenzó a realizar el kirchnerismo desde el viernes pasado, un día después de que Cristina Kirchner instara a apoyar el proyecto nacional y popular, con el relevante detalle de que no mencionó jamás el nombre del candidato oficialista...
Una prueba concreta de que se trató de una acción planificada es que las miles de personas que visitaron Tecnópolis durante el fin de semana se encontraron con otra sorpresa: a los tradicionales slogans que se repiten por los altavoces de la feria, se sumó una voz en off que advirtió a los visitantes de los riesgos de elegir otro proyecto electoral que no sea el que promueve el kirchnerismo.
A la par, la Televisión Pública difundió –en el entretiempo del partido Boca-Tigre– una publicidad en la que se comparaba a Macri con José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura.
A eso se sumó la ya habitual bajada de línea de Javier Vicente, el relator militante que mezcla fútbol con política cada vez que puede: a las loas a Néstor y Cristina Kirchner les sumó un mensaje de alerta sobre la posibilidad de que los televidentes tengan que volver a pagar para ver el deporte más popular de la Argentina, si el Frente para la Victoria no gana el ballotage del 22 de noviembre.