A Rolando Jesús Huara Antúnez, alias "Rolly", de 47 años, no le sirvió de mucho descartar el paquete. El 21 de septiembre último, la división Operaciones Antidrogas Urbanas de la Policía Federal irrumpió al mediodía en la casa que ocupaba en la manzana Nº19 de la Villa 1-11-14 sobre la calle San Juan por orden del juez Sergio Torres y la doctora Verónica Bresciani, a cargo de la Secretaría Nº4 de su juzgado. Había droga por doquier detrás de la puerta de chapa gris, repartida en diversos muebles: casi 500 envoltorios de paco, tres ladrillos y más de 200 envoltorios de cocaína. También se hallaron armas: una pistola Bersa Thunder 380, blisters con balas calibre .45, cartuchos de escopeta, un chaleco antibalas y hasta una ametralladora figuran en la lista.
Al ser sorprendido, Huara Antúnez y su aparente cómplice, Juan Carlos Sempetegui, un boliviano de 32 años, saltaron desde la planta alta de la casa hacia el pasillo situado en la planta; al darse cuenta que no había dónde escapar, arrojaron al interior de una casa vecina un envoltorio de nylon con 36 paquetitos de cocaína. Hoy, Huara Antúnez espera en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, asistido por un defensor oficial en Comodoro Py. El juez Torres resolvió procesarlo, en un documento a cargo de la doctora Bresciani al que Infobae accedió en forma completa, como "coautor del delito de tráfico de estupefacientes" y acopio de armas de fuego. Le dictó prisión preventiva y le trabó un embargo de 290 mil pesos; Sempetegui, preso en Ezeiza, recibió las mismas condiciones.
La detención y el operativo que la generó -que detalló Clarín el mes pasado- arrojó ocho kilos de cocaína en total, de acuerdo a información policíal. El nombre de Huara Antúnez significó un golpe valioso: para Torres y su equipo, es el lugarteniente presunto del temible capo Marco Estrada González, alias "Marcos", hoy en un country de Ezeiza bajo libertad condicional. "Rolly", por su parte, no operó en un vacío.
La guerra larga
Huara Antúnez es parte de algo mucho mayor. El procesamiento mismo lo dice en sus razonamientos en el documento. Para entender qué significan Huara Antúnez y su cómplice, hay un expediente clave: la causa 11.820/2010, siempre a cargo de Torres, donde a lo largo de los últimos cinco años fueron investigadas más de cien personas con 63 condenas logradas, incluida la de Marco Estrada González.
El saldo general de las investigaciones arroja hasta hoy casi cien kilos de droga entre cocaína, pasta base y marihuana, 77 armas de fuego contando ametralladoras y fusiles FAL, más de 2600 municiones, granadas explosivas y diez chalecos antibala, en una estructura de capos, "satélites", marcadores y soldados, siempre en el territorio de la Villa 1-11-14 y sus inmediaciones, en puntos de transa como el "Corner de Lalo" y el "Puesto San Juan", con reincidentes seriales como Jhonny Monroy Flores y Jhon Henry Farfán, que tras sus detenciones volvieron a delinquir en la zona con un nuevo expediente librado este año. Otros nombres como el de Nelson Nike Huamanchumo se repiten en la trama.
Quedan, en los cálculos del juez Torres y la doctora Bresciani, veintitrés personas por ser apresadas, muchos de ellos conocidos nada más que por un mero alias, con casi otros cien alias más que pueden ser sujetos a investigación. Y detrás de todos estos números, de un simple número de expediente, se esconden cinco años de embate judicial contra una de las organizaciones delictivas más tenaces y sangrientas del país, en un territorio altamente complejo y con un capo sanguinario como Marco. En términos de mitología griega, el juez Torres, Bresciani y su equipo pelearon contra una hidra, un monstruo al que no alcanza con cortarle alguna de sus múltiples cabezas. La banda de Estrada González se reciclaba constantemente.
Dice el procesamiento, en una extensa memoria de la causa madre: "El nivel de estructuralización alcanzado por la organización criminal posibilitaba al grupo la inmediata recomposición de sus miembros frente a la ausencia de algunos de sus primigenios integrantes (ya sea por detenciones sufridas, deserciones, expulsiones, etcétera), logrando así mantener incólume gran parte de las actividades de tráfico ilícito".
La cárcel, por otra parte, no resultaba un gran freno. El juzgado razona en el procesamiento: "Ha quedado demostrado que aquellos que algunos de los responsables de la banda –en especial los que ocupan los niveles más altos dentro de las estructura piramidal investigada– han comandado las maniobras u ordenado el desarrollo de una buena parte de las mismas hallándose formalmente privados de su libertad ambulatoria". Marco Estrada es un ejemplo citado.
Huara Antúnez había hecho su aparición en la 11.820/2010 poco después de su origen: se ordenó su detención el 25 de octubre de ese mismo año, para que sea indagado. También hay viejos nombres que se repiten. El de la familia Reyes Zubieta, parientes políticos de Marco, ya es célebre.
En el operativo del 21 de septiembre se allanó una casa en la manzana 13 donde se encontraron 458 paquetitos de cocaína lista para la venta. Allí, apareció un DNI, el de Martha Susy Reyes Zubieta. Hoy, Martha Susy está libre; el juzgado de Sergio Torres está detrás de ella. Su abogado particular presentó un pedido de exención a su favor en el despacho de Torres, lo que dificulta por el momento una eventual captura
César Augusto Reyes Zubieta, alias "Culio" había sido condenado por el Tribunal Oral Federal Nº4 en 2009 en torno a una causa por tráfico en la 1-11-14. Roger Reyes Zubieta, alias "Loco Roger", fue algo más celebre. Condenado por el TOF Nº1 por drogas y tenencia de armas, fue también enjuiciado en el marco de la causa que investigó la masacre de la Virgen de los Milagros en 2010, en donde "Ruti" Ramos Mariños, ex aliado devenido en rival de Estrada, intentó matarlo con siete cadáveres en las calles como consecuencia.
Hoy, fuentes en Comodoro Py saben bien algo que adelantó Infobae el sábado pasado: que el ex Sendero Luminoso "Ruti" volvería para recuperar sus territorios de venta narco en la Villa 31 bis -donde operan rivales como César Morán y bandas de paraguayos- y en el Bajo Flores mismo. Rusben Ramos Noa, alias "Hércules", uno de sus sobrinos, fue asesinado por un sicario sobre la calle Charrúa el mes pasado. Hoy "Ruti" está libre; a pesar de ser condenado por la Justicia argentina, fue expulsado a Perú bajo la figura jurídica del extrañamiento. Que vuelva al país implicaría violar la ley, aunque fuentes judiciales no descartan que cruce la frontera por medios ilícitos. Su regreso significa una sola cosa: sangre garantizada.