Los partidos divisionistas que obtuvieron una mayoría de escaños en el Parlamento catalán en las elecciones regionales del 27 de septiembre presentaron este martes un documento que es el primer paso del proceso para que Cataluña se convierta en un estado independiente.
Las formaciones independentistas Junts pel Sí (JpS, Juntos por el Sí) y la CUP (Candidatura de Unidad Popular) registraron la resolución un día después de constituirse el nuevo Parlamento catalán.
"Se declara solemnemente el inicio del proceso de creación de un estado catalán independiente en forma de república", dice el documento, que consta de nueve puntos.
"Se declara solemnemente el inicio del proceso de creación de un estado catalán independiente en forma de república"
Horas después, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reiteró que utilizará todos los "mecanismos políticos y jurídicos" a su alcance para proteger la soberanía española.
"Quiero mandar un mensaje de tranquilidad a los españoles", dijo Rajoy en una declaración institucional televisada, en la que aseguró que este "acto de provocación" que constituye la propuesta presentada para iniciar un proceso de secesión de Cataluña "no surtirá ni uno solo de sus efectos".
"Quienes quieran separar a Cataluña de España deben saber que no lo van a lograr, y no van a hacerlo porque van en contra de la mayoría de los catalanes y de los españoles", dijo Rajoy en una declaración desde el Palacio de La Moncloa.
"Con los instrumentos del Tribunal Constitucional y con todos los que nos da la Constitución, yo garantizo que eso que se dice en esa propuesta de resolución no va a surtir efecto alguno", añadió.
Rajoy: "Yo garantizo que eso que se dice en esa propuesta de resolución no va a surtir efecto alguno"
El texto, que propone iniciar en un plazo máximo de 30 días la tramitación de un proceso constituyente, de seguridad social y de hacienda pública, asegura que "el proceso de desconexión no se supeditará a las decisiones del Estado español, en particular del Tribunal Constitucional, a quien considera deslegitimado y sin competencia".
Las dos formaciones que lideran el proceso obtuvieron un total conjunto de 72 escaños de una cámara de 135 diputados en los comicios convocados a modo de plebiscito secesionista, aunque no lograron la mayoría de los votos. Su intención es declarar la independencia en 18 meses.
La propuesta se aprobó un día después de constituirse el nuevo Parlamento, en el que la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, concluyó su primer discurso con un "Viva la república catalana".
El texto evita el empleo explícito del término "desobediencia" a las leyes del Estado español, como pretendía la CUP. Sin embargo, los firmantes consideran "deslegitimado y sin competencia" al Constitucional, a raíz de una sentencia de 2010 que recortó aspectos fundamentales del Estatuto catalán (la norma que regula el funcionamiento de la autonomía en esa región).
Asimismo, se declara la voluntad de iniciar negociaciones para hacer efectiva esta propuesta y de ponerla en "conocimiento del Estado español, de la Unión Europea y del conjunto de la comunidad internacional".