Según detalló el noticiero mexicano Televisa, a los pocos meses de ser capturado y recluido en el penal de El Altiplano, Joaquín Guzmán Loera mandó traer a su esposa Emma Coronel Coronel y a sus dos hijas más chicas, unas gemelas, a vivir en una casa próxima a la cárcel.
Tras la espectacular fuga, su esposa Emma Coronel Coronel y a sus gemelas llegaron al pueblo Bastantitas de Abajo, en el municipio durangense de Tamazula, donde presuntamente estuvo escondido.
Semanas antes de la fuga, u esposa Emma Coronel Coronel y a sus gemelas abandonaron la casa ubicada cerca de la cárcel y partieron al pueblo Bastantitas de Abajo, en el municipio durangense de Tamazula, donde presuntamente estuvo escondido.
Pero cuando se encontraron en la sierra con Guzmán Loera, las niñas le pidieron recuperar de esa casa a su mascota: Botas. Un mono que él mismo les regaló y que fue bautizado igual que el mono que acompaña al personaje de caricatura Dora la Exploradora.
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La investigación citada por el noticiero mexicano arroja que para cumplir el deseo, Guzmán Loera movilizó a uno de sus hombres de mayor confianza. A él le encomendó mover lo necesario para recuperar al mono. Supuestamente se intentó tramitar permisos de traslado en vuelo para el animal, pero las veterinarias del Valle de México no accedieron. Botas tuvo que ser trasladado por carretera hasta el noroeste del país.
En el seguimiento al caso, los investigadores a la mascota a bordo de un mustang rojo de lujo perteneciente al hombre de confianza de Guzmán Loera. Era Édgar Coronel, su cuñado veinteañero, el hermano más querido de Emma Coronel, su esposa. Días después de cumplir con la misión fue detenido en compañía de Héctor Ernesto Carrasco Ruiz.
De acuerdo a la averiguación previa, Édgar Coronel era el enlace de Emma Coronel con la estructura, entró al túnel por Guzmán Loera la noche de la fuga, subieron juntos al convoy y también a la avioneta que voló al triángulo dorado.