El futuro del automóvil está en la electricidad. O, al menos, en los vehículos híbridos, capaces de funcionar tanto con combustibles líquidos como con energía eléctrica. El escándalo protagonizado por Volkswagen y su fraude ecológico no hizo más que incentivar a la industria y Volvo está apostando más que nunca a los híbridos.
El plan de mediano plazo es simple: ofrecer más modelos que tengan la capacidad de andar con combustible o con electricidad, expandir la electrificación a toda su línea. Pero el plan más ambicioso –según anunciaron en un comunicado– es lanzar en el 2019 su primer vehículo 100% eléctrico.
Por supuesto que los detalles de este lanzamiento en particular son mantenidos con el mayor secretismo, pero se especula con que se trataría de un sedán. Y de los grandes.