Nuevos enfrentamientos entre musulmanes y policías israelíes se registraron el lunes por la mañana en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, donde la tensión es patente con motivo de la celebración de la fiesta judía de Sucot ("tabernáculos" o "cabañas"), constató una periodista de la agencia de noticias AFP.
Los agentes se desplegaron en la explanada de las Mezquitas tras haber utilizado granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a los fieles y a jóvenes manifestantes, quienes lanzaban piedras antes de refugiarse en la mezquita de Al Aqsa, rodeada por las fuerzas del orden.
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La Explanada, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, es el tercer lugar santo del islam. Los judíos también la veneran como el monte del Templo, y se considera el lugar más sagrado del judaísmo.
En las últimas semanas, hubo varios enfrentamientos en la explanada. A los palestinos les preocupa el número creciente de visitantes judíos y las reivindicaciones de soberanía de algunos dirigentes israelíes.
Los musulmanes acusan a las autoridades israelíes de querer tomar el control total del enclave, acusaciones que desmiente el gobierno israelí.
La policía evacuó a todos los fieles musulmanes que se encontraban en la explanada tras el rezo de la mañana, después de que el domingo anunciara que el acceso al lugar estaba únicamente autorizado a los mayores de 50 años para los hombres, hasta nuevo aviso.
Todas las puertas de acceso para los musulmanes se cerraron. Algunos fieles, que se quedaron cerca de las puertas, gritaron eslóganes en favor de la defensa de las mezquitas.
Las visitas diarias del sitio para los no musulmanes debían iniciarse a las 07:30 (04:30 GMT) y terminarse a las 11:00 (08:00 GMT). Estas visitas son a menudo objeto de enfrentamientos. Los judíos tienen el derecho de acudir a la explanada, pero no de rezar.
La fiesta de Sucot, que comenzó el domingo por la noche y dura tres días, atrae tradicionalmente a muchos israelíes a la ciudad vieja de Jerusalén.