Perteneciente a la flota de Alitalia, un Airbus 330-200 es el que traslada al papa Francisco en su gira por América. Debido a que la Santa Sede no posee una flota propia de aviones para los desplazamientos internacionales, el Vaticano alquila naves comerciales a esa empresa italiana.
Para este viaje, el Santo Padre se desplaza en el Airbus matrícula EI-EJG, de cinco años de antigüedad, bautizado Raffaello Sanzio -en honor al gran pintor renacentista que inmortalizó a varios Papas- y adornado con el escudo papal.
A diferencia de la mayoría de los aviones utilizados por jefes de Estado, no posee ni oficinas ni mucho menos sala de conferencias. En su interior, es igual al utilizado por pasajeros de vuelos comerciales normales, con 20 asientos en la cabina de primera clase y 263 en clase turista. El Papa tiene asignada una fila de primera clase para sí mismo, mientras que sus secretarios ocupan los asientos detrás de él.
Además, cada viaje es acompañado por periodistas de los principales diarios, revistas y cadenas de televisión de todo el mundo, incluidos siempre uno del diario italiano La Stampa y del semanario del Vaticano, L'Osservatore Romano. Durante los vuelos, el Papa pasea por los asientos, bendiciendo a los presentes, estrechando su mano y compartiendo humoradas.
Con una altura máxima de 17,39 metros, el Airbus 330-200 tiene un largo total de 58,82 metros y una envergadura de 60,30m y un peso de 117.433 kg. Con un jet doble modelo PW4000, carga 139.650 litros de combustible y el peso máximo de pasajeros y equipaje permitido en la aeronave, incluyendo la cantidad mínima de gasolina, es de 36.090 kg. Su precio en el mercado asciende a los 115 millones de dólares.